Las cabañuelas: la meteorología cuestiona su validez

Cartagena

Aunque las cabañuelas siguen presentes en la cultura popular como método tradicional para predecir el clima anual, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) insiste en que se trata de una práctica sin ningún fundamento científico.

El meteorólogo Juanjo Gómez, portavoz de AEMET, ha subrayado que las cabañuelas deben entenderse como "una expresión cultural o actividad lúdica", pero nunca como una herramienta fiable para anticipar fenómenos meteorológicos. “La meteorología es un sistema caótico e imprevisible incluso para los profesionales. Las cabañuelas no tienen base matemática ni física”, afirma.

Este método, que se basa en la observación de fenómenos naturales durante los primeros días de agosto y en otros momentos del año, es defendido por personas como Pepe Buitrago, cabañuelista con más de 60 años de experiencia, que asegura que las hormigas y las abejas son “la inteligencia artificial del ecosistema”. Buitrago sostiene que “la experiencia es la madre de la ciencia” y que basta con observarla para entender el clima.

Sin embargo, desde AEMET se insiste en que la predicción meteorológica requiere modelos complejos, datos satelitales, estaciones de observación y simulaciones computacionales, elementos que no están presentes en las cabañuelas. “No se puede equiparar la observación empírica sin control con el trabajo de quienes estudian el clima con rigor científico”, añade Gómez.

Aunque se reconoce la buena fe y el amor por la naturaleza de muchos cabañuelistas, los expertos recomiendan no tomar estas predicciones como referencia seria, especialmente en un contexto de cambio climático donde la precisión es clave para la toma de decisiones.