Cruceros y festivales no salvan un verano flojo para la hostelería cartagenera

Cartagena

Este verano ha dejado un sabor agridulce en la hostelería cartagenera. Aunque las terrazas se han llenado y los eventos han animado las calles, el 60% de los negocios ha registrado una caída en sus ingresos, con una bajada media del 5,6% en la facturación respecto al año pasado. Así lo refleja el último informe de Hostecar, la patronal del sector en Cartagena y su comarca.

Los hosteleros apuntan a varios factores que han frenado el consumo: el aumento del gasto en transporte, los precios de los alojamientos y la pérdida de poder adquisitivo. A esto se suma el encarecimiento de los productos primarios, que ha recortado el presupuesto de los visitantes para bares y restaurantes.

En el casco histórico, la llegada de cruceristas y festivales como La Mar de Músicas o Las Noches de Sal han sido un alivio, pero muchos coinciden en que una mejora en las conexiones podría haber cambiado el panorama. En la comarca, la situación ha sido más desigual, con negocios que han resistido mejor gracias al atractivo turístico de su entorno.

Las altas temperaturas también han influido en el comportamiento de los clientes, que han priorizado locales climatizados y terrazas bien ubicadas. Pero el calor no ha sido el único reto: la falta de personal cualificado ha vuelto a ser una piedra en el zapato para muchos empresarios.

A esto se suman otros obstáculos que han afectado la experiencia de hosteleros y visitantes: la congestión del tráfico en La Manga, los problemas de aparcamiento en eventos masivos y los retrasos en la instalación de chiringuitos por licitaciones inciertas.

A pesar de todo, desde Hostecar mantienen una visión optimista. Consideran que, dentro de las circunstancias, ha sido un año positivo y confían en que la zona siga consolidándose como uno de los pilares turísticos del país. Eso sí, hacen un llamamiento claro: es necesario brindar apoyos reales para afrontar los desafíos de un sector clave en la economía local.