Cuatro patas, un uniforme: los perros policía que conquistan Cartagena

Cartagena

Niku ,Negan, Floyd y Thunder no llevan placa, pero sí un compromiso firme con la seguridad ciudadana. Son los cuatro integrantes de la Unidad Canina de la Policía Local de Cartagena, que en apenas dos años se ha convertido en una de las imágenes más queridas y eficaces del cuerpo.

Desde su adiestramiento como cachorros, estos perros han participado en más de 200 intervenciones, principalmente en labores de detección de drogas, pero también en eventos multitudinarios como el festival Rock Imperium o las próximas Fiestas de Carthagineses y Romanos, donde refuerzan la seguridad con su olfato entrenado y su presencia disuasoria.

Un vínculo que va más allá del trabajo

El subinspector Fernando Imbernón, responsable de la unidad, destaca el vínculo emocional que se ha creado entre los agentes y sus compañeros de cuatro patas: “Son parte del equipo, y también parte de la ciudad. La gente los reconoce, los saluda, los admira”.

Uno de los guías, Daniel Soler, trabaja con Negan y desmonta mitos sobre el entrenamiento canino: “Hay leyendas urbanas que dicen que se les convierte en yonquis para detectar drogas, y eso es completamente falso. Lo que hacemos es asociar olores a recompensas, con técnicas respetuosas y eficaces”.

Pronto, instalaciones a la altura

La unidad canina está a punto de estrenar nuevas instalaciones en La Asomada, que permitirán mejorar la estancia y el bienestar de estos agentes especiales. Un paso más para equiparar su servicio al de otras unidades nacionales y seguir creciendo en profesionalidad.

Además de su labor operativa, los perros policía son el mayor atractivo en las visitas escolares, donde los más pequeños descubren el lado más amable de la policía local. “Hay niños que se emocionan, que preguntan por ellos, que quieren saber cómo trabajan. Es una forma de acercar la seguridad a la ciudadanía desde la empatía”, añade Soler.