El Banco de Germoplasma del IMIDA conserva miles de variedades vegetales para garantizar su conservación y uso futuro

Murcia

El Banco de Germoplasma del IMIDA (BAGERIM) conserva más de 9.000 variedades vegetales comestibles y silvestres para garantizar su conservación y uso en el futuro.

Estos recursos fitogenéticos se conservan en dos grandes colecciones: la de leñosas, compuesta por moreras y frutales, y la colección de semillas, conservadas en cámara frigorífica y parcialmente regeneradas cada año. La regeneración de las semillas se realiza según especies tomando las medidas de aislamiento necesarias para evitar polinizaciones entre las distintas variedades.

Sobre el BAGERIM hemos hablado en 'A vivir Tierra y Mar' con una de las investigadoras del IMIDA, Elena Sánchez.

Del total de variedades almacenadas, el 95% son semillas. La mayoría de ellas, en torno a 7.150, son variedades de los principales cultivos hortícolas de distintos orígenes varietales. En este sentido, el BAGERIM cuenta con 3.300 variedades de pimiento, 3.000 de tomate, 500 de melón y otras 500 entre calabazas, lechugas y judías. De todas ellas, aproximadamente mil tienen su origen en la Región y zonas limítrofes.

El resto de las entradas de semillas almacenadas en el IMIDA, unas 1.550 variedades, pertenecen a especies de interés medioambiental, mayoritariamente leguminosas y quenopodiáceas.

Además de las semillas, el BAGERIM dispone de unas 366 variedades de leñosos, entre moreras (52 entradas) y frutales. En total se conservan 314 variedades de frutales, entre las que destacan las autóctonas murcianas de melocotonero y las 15 entradas de “pero de Cehegín”.

El BAGERIM tiene tres objetivos principales:

• Coordinar y gestionar el uso, la conservación, el mantenimiento y la caracterización primaria de las entradas (variedades) de las colecciones de germoplasma del IMIDA.

• Divulgar el conocimiento de sus peculiaridades.

• Facilitar su uso por parte de agricultores e investigadores del ámbito público y del privado, así como por cualquier persona que lo solicite.

La importancia del BAGERIM radica en que la diversidad genética que almacena permitiría en un momento determinado dar respuesta a posibles cambios e imprevistos a los que se pueda enfrentar la agricultura, como la aparición de nuevas enfermedades, el cambio climático, la adaptación a nuevos requerimientos del consumidor, etc.