Hilaria, vecina de Los Alcázares: "Aquel miedo de la DANA nunca se ha ido"
Seis años después de la DANA, Hilaria sigue atenta a cada aviso de lluvia
Entrevista a Hilaria, vecina de Los Alcázares
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Cartagena
Hilaria tiene 74 años y desde hace dos décadas vive en una casa pegada a un canal. Aquella madrugada de septiembre de 2019, con una linterna en la mano, vio cómo el agua se abría paso por la ventana minutos antes de que el pueblo entero quedara anegado. En solo 24 horas, más de 200 litros por metro cuadrado arrasaron viviendas, calles y comercios. “Perdimos casi todo”, recuerda. Las fotos familiares quedaron destrozadas, los muebles flotaban y durante días estuvieron aislados hasta que llegaron los voluntarios.
Aunque ella y su marido sobrevivieron, la huella permanece: cada vez que llueve fuerte revive aquella angustia. Hoy sigue viviendo en la misma casa, con provisiones en la segunda planta y la linterna a mano, por si acaso.
La DANA de 2019 fue una de las peores de la historia reciente en la Región de Murcia. Según datos oficiales, en puntos del Campo de Cartagena se recogieron precipitaciones superiores a los 200 litros en un solo día.
El alcalde de Los Alcázares, Mario Pérez Cervera, admite que “aún estamos muy lejos de poder decir que el municipio es seguro frente a inundaciones”. Desde entonces se han puesto en marcha distintas medidas: el Ministerio para la Transición Ecológica ha dado luz verde al proyecto de un parque inundable en la rambla de la Pescadería, con capacidad para retener 400.000 metros cúbicos y una inversión cercana a los 30 millones de euros.
Además, la Confederación Hidrográfica del Segura ha ampliado la capacidad de drenaje del canal D-7 y se ha construido un colector de casi un kilómetro con capacidad de 7,12 m³/segundo para recoger aguas de las cuencas exteriores.
A estas actuaciones se suman obras municipales en calles conflictivas y ayudas estatales de más de 1,3 millones de euros para reducir el riesgo con barreras, impermeabilizaciones y refuerzos en instalaciones vulnerables.
Las infraestructuras avanzan, pero el miedo no entiende de informes ni de presupuestos. “No he vuelto a dormir tranquila cuando anuncian que viene una DANA”, confiesa Hilaria. La memoria de aquel día sigue viva en muchos vecinos de Los Alcázares, que miran al cielo con recelo cada vez que la previsión anuncia lluvia intensa. Seis años después, la prioridad es que las promesas se conviertan en muros, drenajes y seguridad real para que lo vivido no vuelva a repetirse.
