¿Cómo es la vida después de un infarto?

Cartagena

En el Día Mundial del Corazón, dos historias de vida nos recuerdan lo valioso de cuidar nuestro corazón. Manuel Ros, de 58 años, y Trini Soto, de 70, han vuelto a nacer tras sufrir infartos graves, y ambos comparten una experiencia transformadora que marca un antes y un después.

Manuel sufrió un episodio que le hizo replantearse todo: “Me abrieron la arteria principal, tuve una parada en la operación, me reanimaron y aquí estoy, con un muelle puesto. La verdad, muy bien, muy agradecido”. Recuerda el dolor intenso y la preocupación por su familia: “Miedo a la muerte no tuve, pero sí a dejar a mis hijos. No tengo edad para dejarlos solos”. Este susto le ha llevado a comprometerse a cambiar hábitos: “Era fumador, ahora creo que ya no voy a poder serlo ni quiero serlo. En cualquier momento te pasa algo y te puedes ir. Hay que empezar a hacer una vida nueva”.

Trini, por su parte, debutó en la UCI el pasado Día de la Madre tras un dolor intenso en espalda y hombros que pensó que era “nervioso”. Su marido la llevó al hospital y, en el trayecto, perdió el conocimiento. “Me metieron en urgencias del Rosel y enseguida me trajeron aquí, a Santa Lucía, y me pusieron dos stents. Estuve seis días en la UCI y cuatro en planta”. Trini celebra ahora su cumpleaños y una nueva oportunidad: “Hoy cumplo 70 años y soy exfumadora. Lo dejé en mayo y lo hice con orgullo”.

La rehabilitación cardiovascular ha sido clave para Trini: “Nos están enseñando a que no tenemos que tenerle miedo a hacer gimnasia, que podemos montar en bicicleta, subir escaleras… al principio da miedo, pero aquí nos ponen al límite y nos cuidan como si fuéramos de la familia. Son cariñosísimos”. Reconoce que vivir con miedo “no es vida” y aconseja a otros: “Si notáis un dolor extraño, no lo penséis dos veces. Acudid al médico, insistid, porque hay mucha gente que se muere tomándose una pastilla y esperando que se le pase. Yo lo hice bien y aquí estoy”.

Ambos coinciden en que estas experiencias marcan un antes y un después. Manuel celebra la vida con sus hijos y nietos: “Hoy lo celebro en casa, con mi familia. Eso es lo más importante”. Trini, por su parte, agradece a los profesionales que la acompañaron: “Gracias a toda esta gente de cardiología, que son estupendos. Otro no lo sé, pero ni quiero saberlo”.

La cardióloga Rosario Mármol, del Hospital Santa Lucía y presidenta de la Sociedad Murciana de Cardiología, advierte que estas historias son también un recordatorio de prevención: “La incidencia del síndrome coronario agudo sigue siendo elevada y los hábitos de vida son imprescindibles, sobre todo evitar el tabaco, hacer ejercicio, evitar el sedentarismo y la obesidad”. Añade que otros factores de riesgo como hipertensión, dislipemia y diabetes deben ser vigilados: “La obesidad es un factor emergente: entre nuestros pacientes con infarto llega a un 30%, mucho más que en la población general. El sedentarismo y el ejercicio son dos cosas que hay que tener muy presentes”.

Sobre el perfil de los pacientes, la doctora explica: “La edad media es de unos 65 años; en la mujer, el debut suele ser un poco más tardío, sobre los 70. Pero esta enfermedad no distingue edad: vemos infartos incluso en pacientes jóvenes, por lo que es muy importante cuidar los factores de riesgo desde muy temprano”.

En este Día Mundial del Corazón, las historias de Manuel y Trini y los consejos de los especialistas nos recuerdan que nunca es tarde para cambiar hábitos, cuidar el corazón y disfrutar de la vida.