El agua da un respiro al campo, pero la ley del Mar Menor mantiene la tensión

Cartagena

El cierre del año hidrológico llega hoy con un mensaje poco habitual en esta comarca: prudente esperanza. El presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Manuel Martínez, subraya que los recortes en el volumen de riego han sido menores que en ejercicios anteriores, lo que aporta estabilidad al sector: "ha sido un año bueno, donde los regantes hemos podido regar con normalidad". Sin embargo, las nuevas reglas de explotación del trasvase y la incertidumbre normativa en torno al Mar Menor mantienen la tensión latente.

Más agua y menos recortes

Martínez ha explicado que las aportaciones a la cabecera del Tajo han permitido mantener el trasvase en nivel 1 durante gran parte del año: “En concreto, este año hidrológico se van a trasvasar 314,6 hectómetros cúbicos para riego. No son los 400, pero nos acercamos, no como otros años que estábamos en 190 o 210”.

Además, ha recordado que la aportación de las desaladoras también ha sido clave: “De Torrevieja se han asignado 59,8 hectómetros cúbicos para riego, y en nuestra comunidad hemos podido utilizar 96 del trasvase, 21 de Torrevieja y 9 de Escombreras, además de 7 de estaciones depuradoras”.

El presidente ha destacado que este incremento de recursos ha permitido pasar de 77 hectómetros distribuidos en 2022-2023 a unos 103-104 este año: “Llevamos muchos años recortados y entonces, podemos decir, que es un buen año”.

Incertidumbre con las reglas del trasvase

Sin embargo, el dirigente advirtió que sigue sin haber avances claros sobre las nuevas reglas de explotación: “Se filtró una modificación de la regla de explotación que obligaba el plan de cuenca de la demarcación del Tajo, pero no se ha tramitado. Estamos a finales de 2025 y no sabemos nada”.

Aun así, lanzó un mensaje de continuidad: “Empezamos a regar en 1979 con muchos problemas, con muchos altibajos, con muchos períodos de escasez, y estamos aquí todavía. Yo creo que vamos a continuar”.

Mano de obra: la dependencia de la inmigración

Martínez también subrayó que el campo sigue necesitando trabajadores, especialmente en campañas intensivas: “Ese trabajo duro, bajo lluvia o calor, los españoles no quieren hacerlo mucho. Al final hay que tirar de población inmigrante. Es una mano de obra fundamental, sin ella no podemos vivir”.

Ha matizado que se trata de mano de obra “reglada, regularizada, que llega con contrato, vivienda y permisos. Ese sistema funciona y da estabilidad al sector”.

Mar Menor: proteger sin demonizar al agricultor

En cuanto a la ley del Mar Menor, el presidente recalcó que el sector está comprometido con la sostenibilidad: “Los agricultores estamos perfectamente mentalizados de que hay que hacer las cosas bien, aplicar solo el fertilizante que absorba la planta, porque además es carísimo”.

Al mismo tiempo denunció el impacto económico: “Nadie habla de la pérdida de valor de las fincas agrícolas. En 2012 me valoraban un metro de tierra en 13 euros; en los peores momentos no valía ni cuatro. Hemos perdido un 50 o 60% de nuestro patrimonio”.

Sobre la ley en sí, defendió que no se trata de retroceder: “Nunca hemos pretendido dar un paso atrás. Lo que queremos es modificar algunos aspectos para mejorarla, proteger mejor el Mar Menor sin perjudicar la agricultura”.

Agua y futuro

De cara al futuro, insistió en la necesidad de seguridad hídrica: “Lo que necesitamos es tener garantía. Nadie puede programar una campaña si no sabe si va a tener agua. El agua es crucial, es crítica. Si no hay garantía, el agricultor está jugando a la ruleta”.

Con este mensaje, los regantes del Campo de Cartagena encaran el nuevo año hidrológico: con cierto alivio tras un ciclo positivo, pero con la vista puesta en la estabilidad a largo plazo.