Mario Urrea: “Las lluvias han sido positivas, pero no salvan al regadío tradicional del Segura”

MURCIA

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario Urrea, ha valorado como “positivas” las lluvias registradas en las últimas 24 horas en la cuenca del Segura, aunque ha matizado que no han sido suficientes para revertir la situación de precariedad del regadío tradicional.

Urrea ha detallado que el máximo registrado ha sido de 80 litros por metro cuadrado en la zona de Santomera, según los pluviómetros de la CHS en ramblas como la del Tinajón o la Salada. Sin embargo, ha lamentado que las precipitaciones no se hayan concentrado en los embalses de cabecera, especialmente en el del río Mundo, lo que limita su impacto en el almacenamiento de agua.

A pesar de ello, ha señalado dos efectos beneficiosos inmediatos: por un lado, la reducción del uso de agua para riego, al cesar temporalmente las demandas; y por otro, la posible entrada de aportaciones en los embalses en los próximos días. “Estas lluvias ayudan, pero no salvan la campaña de riego”, ha afirmado.

En cuanto al balance del año hidrológico, que finaliza este 30 de septiembre, Urrea ha hecho una clara distinción entre los dos sistemas de explotación de la cuenca: el regadío asociado al Trasvase Tajo-Segura, que ha tenido un año excepcional gracias a las abundantes aportaciones en la cabecera del Tajo, y el regadío propio de la cuenca del Segura, que sigue bajo restricciones del 22,5% para el tradicional y del 33,5% para el no tradicional.

Gracias a estas restricciones y a la gestión eficiente de los recursos, se ha logrado cerrar el año con 65 hectómetros cúbicos almacenados, por encima del umbral crítico de 40. No obstante, Urrea advierte que si no llueve entre octubre y noviembre, será necesario convocar de nuevo a la comisión de desembalse y revisar las restricciones.

En el lado positivo, el presidente de la CHS ha subrayado que el abastecimiento urbano está plenamente garantizado para los más de dos millones y medio de habitantes de la cuenca, incluso en verano. “Desde 2003 no hemos tenido restricciones para la población”, ha recordado, gracias a la diversificación de fuentes como el Taibilla, el trasvase y la desalación.