Volver al trabajo sin drama: diez claves científicas para superar el síndrome postvacacional
Neurociencia, cronobiología, nutrición y psicología se unen para ofrecer consejos prácticos que ayudan a recuperar la rutina con bienestar físico y mental
MURCIA
La vuelta al trabajo tras las vacaciones puede convertirse en un auténtico reto emocional y físico. Cansancio, apatía, irritabilidad o tristeza son síntomas comunes del llamado síndrome postvacacional, que aunque no está reconocido como enfermedad, sí afecta al rendimiento y al estado de ánimo. En el programa especial de la SER, se han presentado diez estrategias científicas para afrontar este proceso de forma saludable.
Volver al trabajo sin drama diez claves científicas
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Desde la neurociencia, se recomienda marcarse objetivos pequeños y alcanzables que activen la motivación. Dividir tareas en bloques y tachar listas genera sensación de logro y recompensa.
La cronobiología aconseja reajustar los horarios de sueño unos días antes de volver al trabajo, exponerse a la luz natural por la mañana y evitar siestas largas para recuperar el ritmo circadiano.
En cuanto a la nutrición, se destaca la importancia de volver a una dieta equilibrada, rica en triptófano y omega-3, que favorecen el bienestar cerebral. Planificar menús y mantenerse hidratado son claves para evitar bajones de energía.
El ejercicio físico también juega un papel fundamental: caminar, subir escaleras o hacer pausas activas libera endorfinas y mejora el ánimo.
La sociología recuerda que recuperar el tejido social es esencial. Compartir tiempo con compañeros, proponer comidas de equipo o practicar la escucha activa ayuda a reducir el estrés.
La ergonomía sugiere adaptar el espacio de trabajo para evitar molestias físicas: ajustar la silla, reorganizar el escritorio y cuidar la iluminación mejora la productividad.
Crear rituales de transición como preparar el café en la misma taza o revisar la agenda cada mañana ayuda al cerebro a cambiar de rol y entrar en modo trabajo.
La psicología recomienda técnicas como la respiración profunda, la meditación o la gratitud consciente para modular el estrés.
Desde la economía conductual, se propone planificar las vacaciones de forma estratégica, fraccionando los descansos para evitar el agotamiento acumulado.
Por último, cuidar la higiene del sueño es esencial: mantener rutinas nocturnas, evitar pantallas y reservar la cama solo para dormir mejora la calidad del descanso.
La conclusión es clara: volver al trabajo puede ser una oportunidad para mejorar nuestros hábitos. Con preparación, flexibilidad y consciencia, el regreso a la rutina puede ser mucho más llevadero.
Ruth García Belmonte
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UCAM, es la directora de Contenidos de la SER en la...
