Goiria y Etxeberria en el Real Murcia: una alianza firme en tiempos de dudas

Murcia

En el Real Murcia hay dudas en la grada, pero no en los despachos. Asier Goiria, director deportivo del club, mantiene una confianza total en Joseba Etxeberria como líder del proyecto grana. La apuesta fue clara desde el principio: el técnico vasco eligió al Murcia este verano por delante de varias propuestas de Segunda División, convencido del potencial de una entidad histórica y de una ciudad que respira fútbol.

Etxeberria, apodado El Gallo de Elgoibar, llegó al Enrique Roca tras una temporada y media de alto nivel en el SD Eibar, donde se quedó a tres puntos del ascenso directo a Primera. Dos años después, ha bajado al fútbol de bronce para asumir un reto que, aunque ambicioso, aún no ha arrancado. El equipo solo suma una victoria en cinco jornadas y la afición empieza a mostrar inquietud.

Goiria, sin embargo, no titubea. El director deportivo, que llegó al club tras lograr dos ascensos a Segunda con el Amorebieta, vive su segunda temporada en Murcia. En la primera, el equipo alcanzó las semifinales del playoff y cayó ante el Nàstic de Tarragona. Desde entonces, ha reforzado la plantilla con perfiles que encajan en la idea de Etxeberria, y mantiene una sintonía total con el técnico.

Director deportivo y entrenador van de la mano

La confianza entre ambos es plena. Comparten visión, método y ambición. El arranque ha sido duro, pero en el club creen que hay margen para revertir la situación. La estructura está consolidada, la plantilla tiene calidad y el cuerpo técnico cuenta con experiencia suficiente para levantar el vuelo.

Este fin de semana, tras la derrota en Algeciras, Etxeberria fue contundente: “Hemos tocado fondo”. El mensaje no pasó desapercibido. El técnico señaló a sus jugadores por la falta de compromiso y dejó claro que no va a permitir que el proyecto se desvíe. En ese contexto, Goiria refuerza su respaldo. No hay dudas en la dirección deportiva. El Real Murcia tiene un plan, y ese plan pasa por Etxeberria.

La temporada es larga y el margen de mejora, evidente. El club confía en que el trabajo diario y la exigencia del técnico terminen por dar frutos. En el Enrique Roca, la apuesta está hecha y no la van a desbaratar por cinco jornadas. Y aunque el camino no ha empezado como se esperaba, la convicción sigue intacta.