“La falta de compañía pesa”: Paca, a sus 86 años, nos abre la puerta de su casa en Cartagena

Cartagena

En el Día Internacional de las Personas Mayores, hemos querido rendir homenaje a quienes afrontan la soledad con mucha fortaleza y siguen transmitiendo valores y cariño.

Francisca Peces, Paca, tiene 86 años y es vecina del barrio de la Concepción, “estaba casada, falleció mi marido hace 22 años y desde entonces vivo sola”. Reconoce que la adaptación es dura, “al principio me costó mucho trabajo, pero poco a poco me he ido haciendo. Aunque ahora, con los años, pesa más la falta de compañía".

Su día a día transcurre entre las tareas de la casa, los cursos de memoria del centro médico y la compañía de amigas con las que comparte ratos por la tarde. “Cuando entro por la puerta digo: ya estamos aquí otra vez. Pero es lo que me ha tocado”, asegura. Aun así, sus grandes alegrías llegan cuando la visitan sus hijos, nietos y bisnietos, aunque viven fuera de Cartagena: “Les encantan los canelones, el cocido, la sopa… La sopa de la abuela tiene fama. Un día compré croquetas y, aunque eran de la tienda, decían: están riquísimas porque son de la Paca”.

Conoció a su marido a los 14 años y compartieron juntos más de cuatro décadas: “Fue el amor de mi vida. Nos llevábamos muy bien, siempre congeniábamos. El momento más feliz que recuerdo fue cuando tuve a mi primer hijo, y luego a mi hija, porque ya era la parejita”.

En este día especial, Paca confiesa tres deseos que reconoce, son difíciles de cumplir: volver a su pueblo natal en Ciudad Real, regresar a Tarragona, donde crió a sus hijos, y reencontrarse con la Solana del Pino, el pueblo de su infancia. “Me gustaría ir, pero ya a la edad que tengo no voy a ir”, admite, sin perder la sonrisa en ningún momento.

“Gracias a Dios he sido feliz, con dos hijos maravillosos, cinco nietos y cinco bisnietos. Y aunque ahora la soledad pese, me quedo con todo lo bueno que me ha dado la vida”.