La herencia envenenada de Valcárcel: el aeropuerto y la desaladora de Escombreras, la sangría económica de la Región

Murcia

El aeropuerto no es la única infraestructura heredada de los Gobiernos de Valcárcel que lastra la situación financiera de la Comunidad.

La desaladora de Escombreras, una infraestructura que se ha convertido en una sangría económica desde su creación, y que tendrá un coste final de 710 millones de euros para el erario público.

Las condiciones leoninas que asumió el desaparecido Ente Público del Agua dieron lugar además al procesamiento del expresidente Valcárcel y exaltos cargos de sus gobiernos que intervinieron en su gestación.

Aunque su construcción tuvo un coste inicial estimado de unos 200 millones de euros, el modelo de arrendamiento financiero supone que este año se abonen 32,5 millones, y los contratos asociados elevan el compromiso financiero total para la Comunidad Autónoma a esos 710 millones de euros.

Un desfase muy importante con los ingresos de la desaladora. En 2024, por ejemplo, la desaladora ingresó apenas 2,3 millones de euros, mientras que sus gastos superaron los 37 millones de euros.

El último dato que dio la Consejería, que nunca entra en el coste o las pérdidas, es sobre la producción de agua. La consejera Sara Rubira informó hace pocos meses en la Asamblea Regional de que la planta de agua de mar produce 1.600 millones de litros de agua al mes, de la que se benefician cerca de 9.700 agricultores del Campo de Cartagena. Según dijo, actualmente opera al 85% de su capacidad total y espera que alcance "producciones cercanas al 100% al cierre del ejercicio".