El Teatro Romea, un laboratorio de emociones y ciencia según José Manuel López Nicolás
El divulgador científico convierte el escenario murciano en un ejemplo de cómo física, química y neurociencia hacen posible la magia del teatro

MURCIA
El Teatro Romea de Murcia no solo es un templo del arte, sino también un laboratorio donde la ciencia y la emoción se dan la mano. Así lo ha demostrado el divulgador José Manuel López Nicolás en su espacio Laboratorio, donde ha desgranado un sorprendente decálogo que revela cómo disciplinas como la acústica, la biomecánica, la fotometría o la neurociencia están presentes en cada función.

El Teatro Romea, un laboratorio de emociones y ciencia según López Nicolás
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Aprovechando la visita del actor Ricardo Darín con la obra Escenas de una vida conyugal, López Nicolás ha analizado cómo la forma en herradura del Romea, sus materiales originales y su diseño escénico responden a cálculos científicos que garantizan una experiencia sensorial única. Desde la propagación del sonido hasta la elección de colores y luces, todo está pensado para emocionar… con precisión matemática.
El químico murciano ha defendido que “entender la base científica del teatro no le quita magia, se la multiplica”, y ha reivindicado el Romea como un “laboratorio de humanidad” donde la ciencia se disfraza de poesía. Un enfoque que invita a mirar el arte escénico con otros ojos, sin perder la capacidad de asombro.

Ruth García Belmonte
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UCAM, es la directora de Contenidos de la SER en la...




