Pérez Ruzafa llama a la unidad científica por el Mar Menor
El presidente del Comité Científico asegura que los datos de los diferentes organismos “son coherentes y complementarios”

Ángel Pérez Ruzafa / SER

Cartagena
El presidente del Comité Científico del Mar Menor, Ángel Pérez Ruzafa, ha defendido que no existen discrepancias entre los datos que manejan los distintos organismos que estudian la laguna. En declaraciones a Hoy por Hoy Cartagena, ha explicado que los niveles de oxígeno, los picos de clorofila y la estratificación detectados tras la DANA Alice coinciden plenamente entre el Comité, el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el IMIDA.
“No hay percepciones distintas. Los datos son los mismos y coherentes. Donde más se ha estratificado el agua es donde más hipoxia se produce, y eso coincide con las zonas donde entra más fosfato y materia orgánica”, subrayó Ruzafa.
Para explicar la situación al público general, el científico explica que “el Mar Menor funciona como un cuerpo humano. Está enfermo, con fiebre. Tiene pulsos, días mejores y peores. Pero no toda fiebre significa una catástrofe. Lo importante es ver si el sistema es capaz de recuperarse.”
Según Ruzafa, la laguna sigue digiriendo el exceso de nutrientes y agua dulce que entró durante las lluvias, y lo hace con dificultad. “Si lo que entra es más de lo que puede digerir, llegan los problemas, y eso es lo que tenemos que aprender a anticipar”, explicó.
El presidente del Comité Científico insiste en que el problema de fondo sigue sin resolverse: las entradas de agua subterránea y de escorrentía cargadas de nutrientes, “Cada vez que llueve tenemos un problema. El terreno ya no retiene el agua porque el freático está alto y saturado. Mientras no se controle eso, el sistema seguirá débil.”
Ruzafa recuerda que aún no se han completado las medidas estructurales necesarias, como la creación de humedales artificiales, la recuperación de zonas de amortiguación o la regulación de vertidos agrícolas.
“Hay actuaciones en marcha, pero otras están a medio implementar. El tiempo juega en nuestra contra. Cada día que pasa sin actuar, será más difícil recuperar el equilibrio.”
Aclara la aparente división entre científicos tras los diferentes mensajes lanzados en los últimos días, “a veces se perciben discrepancias por el lenguaje. Para algunos, el nivel de alarma empieza en cuatro miligramos de oxígeno, para otros en tres. Pero eso no significa que haya conflicto. Los datos son los mismos.”
Además, subraya la importancia de no trasladar alarma social, sino mensajes de prevención y acción coordinada.
“Las alarmas deben servir para anticipar, no para generar pánico. Lo esencial es trabajar juntos y poner los datos sobre la mesa.”
“El sentido crítico y la colaboración son esenciales”
Ruzafa apeló también a la responsabilidad de los medios de comunicación para ayudar a contextualizar la información científica:
“Los medios jugáis un papel fundamental. No se trata de suavizar la realidad, sino de poner las cosas en su justo término, fomentar el sentido crítico y no sobredimensionar las diferencias.”
El investigador defendió la colaboración entre equipos como única vía para recuperar la laguna:
“Hablar, compartir y trabajar con buena voluntad es la única forma de avanzar. Lo importante es comprender cada vez mejor cómo funciona el sistema y anticipar los problemas antes de que estallen.”
Sobre el riesgo de un nuevo episodio grave, Ruzafa explica que las condiciones son parecidas a las de marzo, cuando la laguna logró estabilizarse. “Podemos salir bien si el sistema responde, o empeorar si la entrada de nutrientes continúa. Ya hemos pasado por esto. No hay soluciones inmediatas; solo podemos esperar y aprender para actuar mejor la próxima vez.”




