Ápices Salud Mental atiende a 344 usuarios al día en Cartagena, cinco veces más que antes de la pandemia

Cartagena

Cinco años después de la pandemia, sus efectos sobre la salud mental siguen muy presentes. La directora de Ápices Salud Mental Cartagena, Pepa Hernández, asegura que los servicios están "sobrecargados" y que la falta de profesionales impide atender con "calidad" la creciente demanda de pacientes.

“Desde 2019 hemos pasado de atender 77 personas al día a 344. La demanda se ha multiplicado por cinco, y no existen recursos suficientes para asumir ese crecimiento”, explica la directora.

La responsable de Ápices afirma que muchos pacientes ven retrasadas sus revisiones hasta un año por la falta de personal. “Cuando un profesional está de baja o en formación, hay usuarios que no pueden ser vistos en meses, y eso genera ansiedad en las familias”, señala.

Aunque celebra la próxima apertura del nuevo centro de salud mental de Cartagena, Pepa advierte que “no será la solución si no aumenta la plantilla”. “Ampliar espacios no implica ampliar profesionales, y ese es el verdadero cuello de botella”, subraya.

Desde la entidad destacan los avances del Plan de Salud Mental 2023-2026, que impulsa programas de intervención comunitaria en barrios y centros sociales. “Estamos trabajando para que los problemas leves se atiendan en el entorno de la persona, y solo los casos más graves lleguen a la atención psiquiátrica”, explica.

García recuerda que los propios profesionales sanitarios siguen arrastrando las consecuencias de la pandemia. “Hablamos de cómo se recuperan los pacientes, pero también hay que hablar de cómo se recuperan los profesionales que estuvieron en primera línea. Nuestra mente también necesita tiempo”, afirma.

En relación con el aumento de los casos de suicidio y el acoso escolar, la directora de Ápices asegura que “la verdadera inclusión llegará cuando podamos hablar abiertamente de salud mental, sin miedo ni rechazo”.