El proyecto vasco se juega su continuidad en el Real Murcia: siete días y tres partidos por delante

Murcia

El sonido de la alarma que se activó en el Enrique Roca desde el domingo por la noche no fue casualidad. Tampoco fue un simulacro. Fue el aviso de que algo debía cambiar, y rápido.

Felipe Moreno, presidente del Real Murcia, ha pedido una reacción inmediata a la dirección deportiva. Lo ha hecho en una semana marcada en rojo, con tres partidos en siete días y mucho en juego: no descolgarse en liga y seguir adelante en la Copa del Rey. El mensaje ha sido claro. Y la respuesta, también.

Después de una hora de reunión, Asier Goiria ha mostrado su convicción para revertir el mal inicio. Lo quiere hacer con Joseba Etxeberria, su técnico, al frente. El director deportivo no ha dudado en reafirmar su apuesta por el entrenador que él mismo trajo, pese a que el equipo solo ha sumado seis puntos de veinticuatro posibles y ocupa puestos de descenso.

No descolgarse de liga y seguir en copa

En el club se vive con tensión, pero también con determinación. Esta semana es clave. El margen se ha reducido al mínimo y tanto Goiria como Etxeberria se la juegan. El proyecto vasco, que llegó con ambición y dejó un buen sabor de boca en el tramo final de la pasada campaña, está en su momento más delicado.

La plantilla corta, la plaga de lesiones y la falta de acierto han puesto en tela de juicio la planificación. Pero el club no ha querido tomar decisiones drásticas. Al menos, no todavía. El partido ante el Ibiza fue un golpe duro, con el equipo perdiendo en casa ante un rival que jugó con uno menos durante 80 minutos. Y con Paco Jémez, su técnico, ya destituido.

Asier Goiria, confiado de que el equipo va a ganar en Elda

Etxeberria no ha conseguido plasmar la propuesta de ‘fútbol total’ que prometía buen juego y victorias. Las derrotas ante Algeciras, Tarazona y el propio Ibiza han encendido todas las alarmas. Pero Goiria sigue creyendo. Y lo hace con hechos, no con palabras.

Pese al mal arranque, hay elementos que sostienen la esperanza. Como la llegada de Flakus Bosilj, descubrimiento de la parcela deportiva, que lideró el camino la temporada pasada con siete goles. Esta campaña, sin embargo, no está dando el rendimiento esperado, como el resto del equipo.

Seguramente, las ocasiones falladas contra Atlético Madrileño, Villarreal B, Sevilla Atlético o Tarazona habrían dado más puntos al equipo. Pero eso sería ficción, no realidad. La realidad es que el Real Murcia se juega mucho en los próximos siete días. Y Goiria, junto a Etxeberria, ha decidido jugar su última carta.