"Mientras nosotros trabajábamos, nuestra familia se manifestaba": Antonio Miñarras, 16 años en Peñarroya
El extrabajador denuncia la falta de soluciones para la descontaminación y recuerda las secuelas en la salud de los empleados

"Mientras nosotros trabajábamos, nuestra familia se manifestaba": Antonio Miñarras, 16 años en Peñarroya / SER

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Así recuerda Antonio Miñarro, extrabajador de Peñarroya, los años más duros de la industria cartagenera
Cartagena
Casi cuatro décadas después del cierre de Peñarroya, los terrenos que ocupó la antigua fundición en el entorno de Santa Lucía siguen sin descontaminar. Así lo denuncia Antonio Miñarras, extrabajador de la fábrica y vecino de la zona, que ha vuelto al lugar donde trabajó durante 16 años.

"Mientras nosotros trabajábamos, nuestra familia se manifestaba": Antonio Miñarras, 16 años en Peñarroya / SER

"Mientras nosotros trabajábamos, nuestra familia se manifestaba": Antonio Miñarras, 16 años en Peñarroya / SER
“La sensación es extraña”, asegura. “Esto está totalmente desmantelado. Donde estaban los talleres, el almacén o la fundición, ahora solo hay tierra y maleza”.
Miñarras trabajó en la planta junto a su padre y recuerda cómo la contaminación afectó tanto a los empleados como a los vecinos. “Era una empresa altamente contaminante. Los trabajadores estábamos dentro, y las familias protestaban fuera, en la puerta" Asegura que muchos compañeros padecieron saturnismo, una intoxicación por plomo muy habitual entre los empleados.

"Mientras nosotros trabajábamos, nuestra familia se manifestaba": Antonio Miñarras, 16 años en Peñarroya / SER

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“Mi padre vomitaba por las noches, retirado por saturnismo. Teníamos que tener las ventanas cerradas porque el aire estaba cargado. Muchos sufrieron daños en los riñones, el estómago o la boca”.

"Mientras nosotros trabajábamos, nuestra familia se manifestaba": Antonio Miñarras, 16 años en Peñarroya / SER

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Miñarras lamenta que, pese al paso del tiempo, Cartagena siga arrastrando suelos contaminados sin una solución común entre administraciones: “Cartagena tiene muchísimos terrenos contaminados por empresas altamente contaminantes. Las administraciones se echan la culpa unas a otras y no se preocupan del medioambiente”.

"Mientras nosotros trabajábamos, nuestra familia se manifestaba": Antonio Miñarras, 16 años en Peñarroya / ser

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El extrabajador también recuerda las duras consecuencias laborales del cierre, “después de quemar nuestra salud, nos costó muchísimo recolocarnos. Tuvimos que marchar a pie hasta Murcia para que nos reconocieran una indemnización justa”.

"Mientras nosotros trabajábamos, nuestra familia se manifestaba": Antonio Miñarras, 16 años en Peñarroya / SER

"Mientras nosotros trabajábamos, nuestra familia se manifestaba": Antonio Miñarras, 16 años en Peñarroya / SER
El cierre de Peñarroya no solo supuso el fin de una etapa industrial en Cartagena, sino también el inicio de una lucha obrera que muchos todavía recuerdan.
“Después de quemar nuestra salud, nos costó muchísimo recolocarnos”, explica Antonio Miñarras, que trabajó 16 años en la fundición. “Tuvimos que marchar a pie hasta Murcia para que nos reconocieran una indemnización justa.”
“Querían darnos 33 días por año trabajado, después de todo lo que habíamos pasado. Y al final conseguimos que se aplicaran los 45 días por año, porque la sociedad no tenía aprobado el ERE.”
“Esperemos que las administraciones hagan por descontaminar todo esto. Se prometió hace 25 años, y sigue igual”, lamenta Miñarras.




