Morgan, el puro disfrute por la música, en el Cartagena Jazz Festival

Cartagena

Fue hace dos años exactos cuando Morgan actuó la última vez en el Cartagena Jazz Festival, en el histórico Teatro Nuevo Circo. Ahora han vuelto a El Batel, con un aforo mayor, y con la sensación de que desde entonces han recorrido caminos musicales y existenciales entonces insospechados. Se echaba mucho de menos a esta banda madrileña, que hasta el último y cuarto álbum, que vio la luz hace justamente un año, cantaban en inglés (salvo excepciones como la maravillosa “Volver”) y ahora lo hacen en español, dando un salto que abre el espectro sobre sus aspiraciones y posibilidades, con su álbum “Hotel Morgan”, lleno de grandes canciones.

Iniciaron su concierto en Cartagena los 8 músicos de la actual formación de Morgan con una aparición insospechada en el patio de butacas, para bajar las escaleras marcando el ritmo en cada pisada y cantando a capella la primera de las canciones, con la poderosa voz de Nina de Juan sin amplificación, y los coros del resto de miembros. Ya en el escenario, la segunda canción tuvo similar formato, con todos ellos en torno a un micro central ubicado en el suelo y el solo sonido de un piano y un bajo para acompañar.

Fue una original forma de iniciar el show, como una alegoría de que nos encontramos con canciones tan poderosas que no necesitan artificios para funcionar. Y a partir de ahí, con la banda al completo, el concierto se convirtió en un crescendo recorriendo las principales canciones de los cuatro álbumes de estudio (más uno en directo) en una fiesta para los sentidos.

En esta gira, la más ambiciosa y con mayor profusión de medios en los 13 años de historia del grupo, los cuatro miembros originales de Morgan (Nina de Juan a la voz, Paco López en la guitarra, David Schulthess “Chuches” a los teclados y el batería Ekain Elorza) suman los hermanos Planas (Willy al bajo y Gabi a la percusión, teclados y guitarra acústica) y a los coristas Carolina García y Alejandro Molina.

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Una banda de muchísimo nivel que transita entre el rock, el soul, el blues, y en el tramo final del concierto, hasta por el funk, impregnando cada nota de elegancia y sutileza. La simpatía y espontaneidad de Nina hacen de ella un ser entrañable, a

quien se quiere después de dos horas en su compañía. Y en ese conjunto de cosas radica la grandeza y el encanto de una banda que uno no se cansa de ver y escuchar, sabedores de que no abundan en el panorama musical propuestas de esta clase.

Además de un trabajo metódico y exigente en el ensayo y la composición la marca de la casa para Morgan es el verdadero disfrute por lo que hacen, que llegados a este punto abordan sin complejos sus ideas y propuestas, y cómo trasmiten con humildad y naturalidad (como si no se lo terminaran de creer) esas positivas sensaciones a una audiencia cada vez más fiel y numerosa.

Para terminar, en los bises, no podía faltar “Volver”, la única canción en castellano de su primer disco (los dos siguientes también estaban cantados en inglés) con Nina sentada al piano, para aparecer acto seguido los demás músicos y atacar la interpretación de “Sargento de hierro”, otra de sus canciones emblema.

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Fue la de Morgan una de esas actuaciones que quedan en la retina y que dan fe de la variedad de estilos del Cartagena Jazz Festival, que para la jornada de este domingo también tiene interesantes propuestas musicales que ofrecer.

Programación para el domingo 2 de noviembre

12:30 h – Gilipojazz

Lugar: Terraza del Auditorio El Batel

Estilo: Jazz punk con humor y virtuosismo

Descripción: Este trío madrileño mezcla jazz, rock, funk, groove, metal y teatralidad en un espectáculo irreverente y energético. Presentan su segundo disco Progresa Adecuadamente.

Entrada: 15 €

19:00 h – Kandace Springs

Lugar: Sala principal del Auditorio El Batel

Estilo: Jazz vocal contemporáneo, soul clásico y R&B moderno

Descripción: Pianista y cantante estadounidense, discípula de Nina Simone. Su voz combina elegancia, emoción y profundidad en un concierto íntimo y luminoso.

Entrada: 25 €