El Real Murcia remonta al Nastic y el ‘efecto Colunga’ se consolida

Murcia

El Real Murcia ha vuelto a sonreír. Lo que hace apenas dos semanas parecía un proyecto roto, hundido en la ansiedad y la falta de resultados, hoy respira ilusión. Tres victorias consecutivas, la clasificación copera ante el Antequera, el triunfo en Sevilla frente al Betis Deportivo y la remontada épica ante el Nastic, han cambiado el relato. El ‘efecto Colunga’ ya no es una etiqueta pasajera: es el motor de un equipo que ha recuperado carácter, confianza y ambición.

El contexto no se puede obviar. El Murcia llegó a este partido tras tocar fondo, con Joseba Etxeberria cesado, la dirección deportiva desmantelada y la afición clamando por soluciones. Adrián Colunga asumió el banquillo como interino, casi por emergencia, y en apenas diez días ha transformado la dinámica. Lo hizo primero en Copa, eliminando al Antequera en los penaltis con un planteamiento valiente. Después, en liga, venciendo al Betis Deportivo en Sevilla con personalidad. Y ahora, en casa contra el Nastic, firmando una remontada que vale más que tres puntos: vale credibilidad.

Colunga apostó por un 4-2-3-1 que mezcló jerarquía y juventud. Héctor Pérez acompañó a Alberto en el eje defensivo, Carmona ocupó el lateral zurdo, Antonio David volvió al doble pivote y Pedro Benito apareció en la banda derecha. Palmberg quedó fuera por decisión técnica, mientras que Zeka, Jaso, Saveljich y Moyita siguen en la enfermería.

El inicio fue prometedor. Presión alta, circulación rápida y sensación de dominio. Pero el primer golpe llegó pronto: penalti de Héctor tras llegar tarde y Jardi transformó la pena máxima (0-1). El murmullo en la grada y los fantasmas del pasado aparecieron. Colunga, sin embargo, mantuvo la calma. Y su equipo respondió.

Dos goles en dos minutos

Superada la media hora, el Murcia se desató. Pedro Benito empató tras un centro desde la derecha (1-1) y, dos minutos después, Flakus se plantó ante Rebollo para firmar el segundo (2-1). El Enrique Roca explotó. El equipo enseñó la pólvora que había ocultado durante meses y que ahora luce con descaro. La llegada de Colunga ha liberado a los futbolistas: juegan sin miedo, con hambre y con fe.

La segunda parte arrancó con la misma intensidad. Álvaro Bustos cazó un rechace y, de chilena, marcó uno de los goles del año (3-1). El Nastic reaccionó rápido con Morgado (3-2), y Colunga ajustó el centro del campo con Sekou por Isi Gómez, además de dar entrada a Schalk y Cristo. El tramo final fue tenso: Omoigui rozó el empate y otro ataque visitante quedó invalidado por fuera de juego. El partido se detuvo quince minutos por una emergencia en la grada, lo que añadió incertidumbre y 18 minutos de prolongación.

El Murcia resistió. La grada vibró con el debut de Izan Segura, extremo del filial, y con la apuesta del técnico por jóvenes como Saba y Jorge Guerrero. Colunga, aún interino, ha devuelto la fe a la afición y ha cambiado la narrativa: de la depresión a la ilusión en tres partidos. Felipe Moreno no mueve ficha, pero el vestuario y la grada ya han elegido: el ovetense es el hombre del momento. El equipo sale del descenso, a falta de cerrar la jornada, y sueña con seguir escalando en este grupo dos de Primera Federación tan igualado.