Gustavo Santaolalla, una noche de cine en el Cartagena Jazz Festival

La noche del sábado 8 de noviembre en el auditorio El Batel había la expectación de las grandes ocasiones. Llegaba a Cartagena por segunda vez (la primera hace tres décadas al festival La Mar de Músicas) el músico argentino Gustavo Santaolalla, una de las más importantes figuras contemporáneas del continente americano, que a sus 75 años dio una lección de virtuosismo en la interpretación de piezas que envuelven el ambiente en atmósferas sonoras que evocan la naturaleza (el agua, el viento, el canto de los pájaros…) enlazando con melodías de bella sonoridad, apropiadas para arropar escenas de cine.

Y de hecho, a lo largo de su fructífera carrera ha compuesto piezas para “Amores perros” y “Babel”, de Alejando González Iñárritu, películas que junto a “21 gramos” componen la denominada “Trilogía de la muerte” del director mexicano. También compuso Santaolalla las bandas sonoras de “Diarios de motocicleta” y “Brokeback mountain”, premiada con un Óscar a la mejor banda sonora. Fue precisamente con esta última con la que terminó su concierto, ya en el turno de los bises.

El principal argumento de su actuación fue la conmemoración del primer cuarto de siglo de la que está considerada su obra cumbre, el álbum “Ronroco”, que toma el nombre del instrumento musical, de cuerda, que constituye su principal seña de identidad. Se trata de una pequeña caja de resonancia, de sonoridad parecida a la de la bandurria, pero de menor tamaño, aunque algo mayor que el ukelele.

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En sus giras, Santaolalla se hace acompañar por una sólida banda, con toque preciso en tempo e intensidad, una delicatessen sonora que solo se puede conseguir a base de dedicarse en cuerpo y alma a la búsqueda de la perfección.

A lo largo de su vida ha compuesto la banda sonora para una cuarentena de películas y series y su música transita por el rock, el folk, el rock progresivo, la psicodelia y el rock sureño americano.

En Cartagena estuvieron también, pues, Javier Casalla, que le viene acompañando desde hace décadas, tocando violín, viola y charango, Juan Luqui a la guitarra, charando, ronroco y autoharp, Barbarita Palacios a los teclados, la tambura, el bombo legüero, el autoharp, la guitarra y la armónica, y Nicolás Rainone, al cello y la guitarra.

Por su parte, Gustavo Santaolalla toca el ronroco, la guitarra, el charango, los cuencos y los tubos, además de una bandeja de camarero que confiere al conjunto de una peculiar sonoridad, onírica y envolvente.

Fue el de este músico argentino un concierto sobrio, sin alardes, pero lujoso por la calidad de las piezas y de su perfecta interpretación. Una noche de cine en la que se vieron inmersos los espectadores que abarrotaban la sala.

La jornada del domingo en el Cartagena Jazz Festival

La jornada comienza a las 12:30 horas en la Terraza del Auditorio El Batel con la actuación de Al Dual, guitarrista y cantante murciano que ha conquistado escenarios internacionales con su estilo que fusiona el rockabilly clásico con el country y el blues. Su presencia en el festival aporta un aire fresco y desenfadado, ideal para disfrutar al aire libre en un ambiente relajado. Las entradas para este concierto tienen un precio de 15 euros.

Por la tarde, el protagonismo lo toma el prestigioso pianista Tigran Hamasyan, quien actuará a las 19:00 horas en el Auditorio El Batel. Reconocido por su virtuosismo y su capacidad para mezclar jazz contemporáneo con influencias de la música tradicional armenia, Hamasyan ofrecerá una experiencia sonora intensa y sofisticada. Las entradas para este concierto están disponibles desde 25 euros.