Números que vuelan a Alemania y Andorra: la fiebre de la Lotería de Navidad en Cartagena

Cartagena

Aunque todavía queda más de un mes para el Sorteo de Navidad, en Cartagena la ilusión ya ha comenzado. En la administración de Don Manolito, en pleno casco histórico, el trasiego es constante: gente entrando, encargos por teléfono y envíos a toda España… e incluso fuera. Marisol, que lleva ocho años detrás del mostrador, lo confirma: “Llevamos una campaña muy buena, muy buena”.

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La tradición pesa tanto como la ilusión. Aquí no sólo se compra lotería, se hereda. “Hay números que llevan familias jugando 40 y 50 años”, cuenta Marisol. “Vienen a por ellos porque era el número del abuelo, y quieren seguir con esa tradición.” Y entre todos los números, uno destaca especialmente: el famoso 00001. “Ese es el que más nos piden… vuela. Hay una señora que vive en Alemania que lo juega todos los años”, explica.

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Los décimos no se quedan en Cartagena. “Movemos lotería por toda España, y también hasta Andorra. Pero más lejos que Alemania creo que no hemos mandado”, añade. Y aunque el premio gordo no ha tocado aquí desde los años 80, Marisol no pierde la esperanza: “Tengo una sensación… yo creo que este año vamos a dar un premio”.

Y es que la Lotería de Navidad no se juega poco. “El sábado hicimos una venta de 6.000 euros a un solo cliente, en plan empresa. Aunque lo habitual es que cualquiera pueda gastarse 2.000 o 3.000 euros perfectamente”, cuenta mientras revisa pedidos. Pero no todo se compra para uno mismo: cada vez es más común compartir los décimos. “Se juntan tres o cuatro amigos, compran cada uno un número distinto y luego se casan”, explica.

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Cuando toca, la discreción es máxima. “Dimos un premio de 120.000 euros y no te puedo decir a quién. La gente no vuelve a decir que le ha tocado. Nada”, comenta entre risas. Mientras tanto, los clientes siguen desfilando por la administración. Uno confiesa: “Yo suelo llevar cinco o seis décimos… y no los comparto. Son para mí”, y otro añade: “Mis hijos sí, ellos llevan cuatro o cinco cada uno. Yo sólo uno, compartido”. Una señora sonríe resignada: “Nunca me ha tocado nada, pero hay que seguir intentándolo”.

Aunque el sorteo del 22 de diciembre sigue siendo un clásico, las formas de seguirlo han cambiado: “Antes lo veía entero, ahora compruebo el número por internet y ya está”, dice un cliente habitual. Pero eso no enfría la ilusión. Como explica Marisol: “La suerte la encuentras por el camino. Si está marcado que te va a tocar, ese décimo llega a ti”. Y quién sabe… quizá este año el camino de la suerte pase por Don Manolito.