Un Santa Cecilia con duende en Cartagena: el flamenco conquista el CEIP Stella Maris

Cartagena

En el Colegio Stella Maris ya suenan cajones, palmas y hasta algún quejío tímido antes de tiempo. La 'culpa' la tiene Eladio Lidón, el nuevo profesor de Música, que ha aterrizado en el centro del barrio Virgen de la Caridad con tanta energía que ha revolucionado al alumnado antes incluso de que llegue Santa Cecilia. “Llegas a un centro nuevo, ves la realidad, te adaptas… y tienes que intentar hacer cosas”, resume.

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Este año, el Día de la Música se celebrará por todo lo alto. Eladio lo tenía claro desde el inicio del curso: “Aquí el alumnado es de mayoría de etnia gitana, así que pensé en preparar algo que les llegara, que les motivara y que conectara con sus raíces”. Tras varios intentos y contactos con conservatorios y asociaciones, la magia cuajó gracias a un amigo del profe, Jorge Gens, que le puso en contacto con dos jóvenes artistas: Luis y Susana, que visitarán el colegio para dar una actuación flamenca, explicar instrumentos y mostrar “de dónde viene y cómo es” ese arte que los niños viven desde casa… aunque todavía tengan mucho por descubrir.

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Porque si algo ha comprobado Eladio desde septiembre es que el flamenco aquí no se aprende: se respira. “Cuando subimos al aula de música, lo primero que miran es el cajón flamenco. Sin que yo les diga nada, algunos lo agarran y se arrancan a tocar, otros a cantar o a dar palmas… Lo llevan dentro”, cuenta entre risas. Solo falta un empujoncito para que entiendan que el flamenco también es estudio, técnica y oportunidad: “Ellos deben ver que esto se estudia, que uno se forma y que incluso puede dedicarse a ello”.

Y talento no falta. Los propios alumnos lo demuestran

Ahí está Florencio, que confiesa que su palo favorito es “los villancicos flamencos” y que aprendió viendo vídeos… y bailándolos. Cuando le animan a cantar, se arranca sin dudar: “Ha llegado Navidad, vamos todos a cantarla…”. Aplauso unánime. O Paco, que asegura que “más o menos” tiene compás, pero que prefiere cantar en el cole “donde puede”. O Salma, de origen marroquí, que reconoce que no escucha mucho flamenco, pero que se declara fan de la percusión. “Me encantan los instrumentos. El cajón y la caja china son mis favoritos”, dice con una sonrisa.

La actividad, además, busca ser un puente cultural dentro del propio centro. “Aquí tenemos también muchos alumnos de origen magrebí, y la música gitana y la árabe se acaban juntando. Es bonito que haya puntos de encuentro”, explica Eladio, convencido del poder de la música para unir.

Por eso insiste en que la celebración va más allá del espectáculo: “El objetivo es que vean una música que les gusta desde el punto de vista de la formación. Que conozcan referentes jóvenes, que sepan que las chicas también cantan flamenco y que esto es parte de sus raíces”.

Lo que está claro es que Santa Cecilia se celebrará este año con arte, compás y mucha ilusión.Y Eladio ya avisa: “El año que viene buscaremos otro concierto chulo”.