El punto de vista de Pity Alarcón: "No son días para la lírica"

Murcia

Que difícil es evitar escribir una colaboración semanal en un medio de comunicación sin caer en la tentación de hablar de política, del mucho ruido que hay alrededor de ella, de la decepción que los ciudadanos sienten, sentimos, ante el espectáculo ofrecido por unos y contestado por otros, de descalificaciones, de marrullerías leguleyas porque, al parecer, se ha puesto de moda el utilizar las leyes de manera retorcida, siempre con fines partidistas, manipulando la legalidad para soslayar la justicia, que muchos dicen defender.

Olvidando, también, defender los derechos de los seres humanos—algunos de ellos niños— porque, por ejemplo, los migrantes que llegan a nuestro país, sin el pasaporte en la mano, también son seres humanos que no pueden arribar a este reino en avión—como los extranjeros ricos— y han de hacerlo en peligrosas embarcaciones que ponen en peligro sus vidas. Como tampoco pueden alojarse en lujosas villas de Madrid y Marbella, pongamos por caso, teniendo que buscar cobijo en los centros de menores que un país que forma parte de las naciones que defienden esos derechos humanos abrió hace tiempo para socorrerles, buscarles futuro, darles esperanza.

Unos centros que Vox, en Murcia, insiste en cerrar como ya consiguiera hace poco con el centro de acogida de la pedanía murciana de Santa Cruz. Un logro de Vox al que el Gobierno del PP no tuvo más remedio que aceptar si quería continuar teniendo la fiesta en paz en su Gobierno o, lo que es igual, si quería la aprobación de los presupuestos de 2025. Y si por el camino hay que dejar la asistencia humanitaria a los migrantes pues se hace y aquí paz y allá gloria.

Sí, difícil escribir sin hablar de cosas como estas.

Gracias por escucharnos.

Pity Alarcón