Robots que abrazan y neuroestimuladores que iluminan: la ciencia de la UPCT
Innovadores proyectos combinan terapia robótica para niños con autismo y neurotecnología para restaurar visión útil en pacientes ciegos

Entrevista profesor UPCT, José Manuel Ferrández
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Cartagena
La Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) está marcando un hito en la investigación aplicada a la vida cotidiana y a la salud. Desde su Grupo de Investigación en Diseño Electrónico y Técnicas de Tratamiento de Señal, liderado por José Manuel de Ferrández, desarrollan proyectos que combinan inteligencia artificial, neurociencia y robótica para mejorar la calidad de vida de personas con ceguera severa adquirida y niños con trastornos del espectro autista.
Recuperar percepción visual con inteligencia artificial
El proyecto más llamativo es un neuroestimulador cerebral que, gracias a la inteligencia artificial, permite a pacientes con ceguera severa recuperar visión útil. “No van a volver a ver como antes, pero sí pueden identificar caras, puertas y moverse con autonomía en entornos controlados”, explica de Ferrández.
La técnica consiste en implantar 100 electrodos en la corteza visual y conectarlos a un neuroestimulador que traduce las señales de una cámara en fosfenos, pequeños puntos de luz que el cerebro interpreta como imágenes parciales. La experiencia ya se ha probado con cuatro pacientes, quienes tras seis meses de implante temporal han podido realizar tareas cotidianas. “Uno de ellos puede ver un balón y pasarlo a otra persona correctamente; incluso chutarlo y jugar con él. Recupera percepción útil para su día a día”, relata de Ferrández.
El objetivo del equipo es perfeccionar la resolución de estas imágenes mediante sistemas de estimulación en lazo cerrado, optimizando así la percepción visual de cada paciente. Aunque aún se trate de ensayos, los resultados iniciales muestran un impacto directo en la autonomía y seguridad de los usuarios.
Robots que enseñan a abrazar y a socializar
En paralelo, la UPCT trabaja en un proyecto de robótica terapéutica para niños con autismo y con hiperactividad. En lugar de recibir las sesiones de un terapeuta, los niños interactúan con un robot mediante la terapia Pivotal Response Treatment (PRT). “Con un robot se llevan muy bien, incluso mejor que con personas, y los padres se sorprenden de la emotividad que muestran. Les dan abrazos, interactúan y mejoran su expresión de emociones”, señala de Ferrández.
El proyecto demuestra que la tecnología, cuando se combina con investigación clínica y social, puede abrir nuevas formas de aprendizaje y comunicación, adaptándose a necesidades muy específicas y facilitando experiencias que antes parecían imposibles.
Una ciencia que transforma vidas
De Ferrández recuerda que llevan más de 25 años trabajando en neuroestimulación e inteligencia artificial, mucho antes de que se convirtiera en tendencia global. “Es increíble cómo la ciencia puede transformar experiencias cotidianas. Esto no es magia, es técnica, investigación y años de trabajo”, subraya.
Entre balones que los pacientes pueden chutar y robots que enseñan a abrazar, la UPCT combina innovación, humanidad y ciencia para ofrecer soluciones reales a quienes más lo necesitan. Mientras el proyecto avanza, la universidad continúa perfeccionando la tecnología y ampliando sus aplicaciones, con la esperanza de que, en el futuro, estas técnicas puedan estar disponibles de manera más amplia y segura.

Teresa García Navarro
Licenciada en Filología Hispánica y en Periodismo. Más de 30 años ligada a la comunicación. Comenzó...




