Del laboratorio al mar: el plan para salvar las ostras del Mar Menor

Cartagena

Más de 200 científicos, investigadores y artistas se han reunido para hablar de la recuperación del Mar Menor a través de las ostras durante unos días en Cartagena y por primera vez esta cita bianual se ha celebrado en el Mediterráneo.

Marina Albentosa, directora del evento y organizadora de la Alianza NORA, explicó el enfoque de los proyectos. “Estamos haciendo simulaciones de qué sucedería si la población de ostra fuera mayor. Incluso estamos valorando la opción de desarrollar una ostricultura con fines restaurativos en el Mar Menor”. Estas ostras actúan como filtradoras naturales, ayudando a reducir la concentración de nutrientes que ha contaminado el ecosistema: “La ostra es un coayudante biológico para extraer esos nutrientes, no es la solución definitiva, pero sí un elemento importante”.

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Parte del proyecto Remedios se centra en zonas muy afectadas por episodios de contaminación. Marina relató cómo en la Cubeta Sur, tras la DANA que afectó la región, las ostras colocadas en otra de las líneas del proyecto habían sobrevivido. Reconoce que se esperaban "lo peor, afortunadamente las ostras han sobrevivido. Es probable que haya sido un episodio muy corto de hipoxia y turbidez, y las ostras tienen capacidad para cerrarse y aguantar varios días. Esto nos da esperanza para zonas conflictivas del Mar Menor”.

El congreso también cuenta con la presencia de Fiz da Costa, investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO) de Vigo, que nos explicaba cómo se reproducen las ostras planas europeas. Es curioso cómo funciona este bivalvo, puesto que "es una especie hermafrodita que alterna el sexo durante la temporada de puesta. Los individuos que actúan como hembras incuban las larvas de forma interna durante unos diez días, y luego las liberan al medio, donde nadan y se alimentan hasta fijarse a un sustrato”. Gracias a este conocimiento, el proyecto ha logrado reproducir exitosamente ejemplares para los pilotos en el Mar Menor.

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Eve Galimany, científica del Instituto de Ciencias Marinas de Barcelona, ha sido una de las investigadoras que copiando la fórmula experiencial en otras lagunas de Estados Unidos ha decidido "utilizar estrategias como similares en el Mar Menor para frenar el exceso de nutrientes. Aquí en Europa hay que unir ciencia y administración para lograr resultados, y debemos trabajar juntos para que funcione”.

Albentosa también ha subrayado que los "resultados son esperanzadores, aunque serán a largo plazo. La primera temporada reproductiva con el proyecto Remedios fue en 2022 y ya hemos conseguido reproducir las ostritas. Esto es prometedor, pero depende de la colaboración de la administración para poder escalar estas soluciones”.

Pero la ciencia y las jornadas estos días no se van a quedar sólo en la sala Isaac Peral del CIM. Daniel y Lorena son artistas de la Universidad de Murcia que va a aportar otra mirada. “Queremos dar una visión artística, unificar disciplinas y crear comunidad. Hoy haremos ilustraciones sobre todo lo que ocurra en el congreso y luego se expondrán para que todos puedan acercarse al proyecto”, explicaron.

Este congreso demuestra que con ciencia, arte y cooperación se puede contribuir a restaurar ecosistemas degradados como el Mar Menor, acercando la naturaleza a la sociedad y recordando que pequeñas acciones pueden marcar la diferencia.