ACCEM alerta de la invisibilidad de las mujeres sin hogar víctimas de violencia
En Cartagena aumenta la atención a perfiles femeninos que buscan “falsa protección” en la calle para sobrevivir a la violencia y la exclusión

ACCEM alerta de la invisibilidad de las mujeres sin hogar víctimas de violencia / PIXABAY

Cartagena
La presencia de mujeres sin hogar en Cartagena continúa siendo una realidad poco visible, pero marcada por una vulnerabilidad extrema que va más allá de la supervivencia diaria. Desde ACCEM confirman que, aunque el número es menor que el de los hombres en la misma situación, los riesgos a los que se enfrentan estas mujeres son mucho mayores, especialmente los relacionados con agresiones físicas y sexuales.
Pilar Albaladejo, coordinadora de ACCEM en el municipio, explica que actualmente en Cartagena no se ha detectado ningún caso de mujer en situación de calle que haya llegado a ello por violencia de género, aunque sí reciben a muchas que reconocen sufrirla en sus hogares. Aun así, advierte de que a nivel estatal el fenómeno existe y va en aumento. En la ciudad, en cambio, el perfil predominante responde a problemas de consumo, patología dual y salud mental. “Los factores psicosociales con los que llegan son muy complejos; hablamos de personas de extrema vulnerabilidad”, señala.
Uno de los puntos más delicados y menos visibles es el de las agresiones sexuales. Albaladejo confirma que “sí han ocurrido agresiones a mujeres en situación de calle, no sólo en Cartagena, sino en toda España”. Ante ese peligro constante, muchas buscan alianzas con hombres que también viven en la calle, una estrategia que, según explica, responde a la necesidad de sentirse protegidas: “Se alían con otros hombres buscando esa falsa seguridad”. Sin embargo, estas alianzas no siempre son equilibradas y pueden generar nuevas dependencias o situaciones de riesgo.
A esta realidad se suma otra, todavía más oculta: la de mujeres que no duermen en la calle pero que viven en lugares donde son explotadas sexualmente. No encajan en la imagen convencional del sinhogarismo, pero tampoco pueden salir de los espacios donde son retenidas. Ese “giro de tuerca” del que habla la coordinadora afecta sobre todo a mujeres migrantes jóvenes, aunque también detectan casos de mujeres españolas. Algunas de ellas, cuando dejan de ser consideradas “rentables”, acaban directamente en la calle, durmiendo en coches o en infraviviendas.
ACCEM trata de reconstruir las vidas de estas mujeres con un acompañamiento integral: atención social, psicológica, jurídica y la cobertura de necesidades básicas como un espacio seguro donde descansar, ducharse o lavar la ropa. “Después de pasar una noche en la calle, lo primero que necesitas es un café caliente”, recuerda Pilar, subrayando que la sensación de seguridad es tan imprescindible como cualquier recurso material.
El camino hacia la inserción laboral es largo y requiere de mucha estabilidad previa, pero desde el centro aseguran que el esfuerzo da resultados. “Tenemos muchos casos de mujeres que a día de hoy están insertas, tienen su trabajo y una vivienda de alquiler”, afirma. Algunas han necesitado años para lograrlo, pero la coordinadora insiste en que siempre se pueden dar pasos significativos en positivo.
La llegada del frío complica aún más la situación. Por ello, el Ayuntamiento de Cartagena y las entidades sociales han activado la campaña de invierno y mantienen una coordinación constante para asegurar que ninguna persona tenga que dormir a la intemperie.
A pesar de la dureza de los casos que atienden, Albaladejo recalca que la recuperación es posible y que cada avance —por pequeño que parezca— es una forma de volver a engancharse a la vida.




