"Las figuras me hablan, me siento parte de la escena", la pasión belenista en La Aparecida

Cartagena

La Aparecida ultima estos días el montaje de uno de los Belenes más queridos de la comarca, el de la Asociación Belenista El Buen Pastor, un trabajo artesanal que cada Navidad convierte la carpa del pueblo en un recorrido lleno de guiños a Cartagena, emoción y oficio.

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Francisco Pastor y Vicente Martín, dos de sus artífices, nos abren el taller en plena faena, corchos, cúteres, maderas y pintura por todas partes. “Así es como realmente se ve el Belén, con todo por medio… ahí se ve la labor que se hace”, cuenta Paco. El esfuerzo es titánico en los días previos a su inauguración, “empezamos sobre las diez de la noche hasta la una, las dos… muchas veces las tres. Y los fines de semana, algunos nos vamos a las cuatro o las cinco de la mañana… y pasando frío”.

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Este año comenzaron en octubre. Aunque conservan casas y estructuras de otros años, el relato se recompone siempre. “Desmontamos y montamos; es muy raro que una figura aparezca en la misma casa o en la misma zona”, explica Paco.

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El Belén incorpora cada temporada referencias locales, ermita del Pasico, iglesia del pueblo, Casa Moruna de La Aparecida, molinos del Campo de Cartagena, monasterio de San Ginés, la cúpula de la Caridad… y como novedad, “el templo de Isis, en el barrio romano”, entre otras sorpresas.

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Vicente se emociona al definir qué significa para él el belenismo. “Para mí el belenismo es más que decir ‘voy a poner un Belén’. Es fe, es amistad, cordialidad, amabilidad, compañerismo…”. Tanto, que a veces la creación le atrapa. “Me encuentro dentro de la escena; las figuras me hablan y me dicen ‘ponme aquí’ o ‘ponme allí’”.

“Ninguno y todos deciden la composición del Belén”, resume Paco. Se consensuan escenas, escalas y perspectivas: “He tenido que buscar por internet el punto de fuga… hay que poner medidas y escala para que todo entre en su sitio”, explica Vicente.

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Además de piezas propias y compradas, restauran edificaciones donadas, como parte del conjunto procedente del antiguo Belén de la Plaza San Francisco. “Algunas estaban muy deterioradas, pero nos pusimos a la par y las restauramos”, relatan.

No faltan los guiños populares, el ‘caganer’ se esconde al final (“eso es de lo último, y lo coloca Antonio”) y este año habrá homenaje al trovo. “Vamos a tener un guiño al trovo en colaboración con José Martínez Sánchez, ‘el Taxista’… que yo sepa, no se había hecho en los belenes de Cartagena”, anuncia Vicente.

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El recorrido está pensado para callejear: entrada y salida, isla central y rincones que invitan a descubrir detalles a cada paso. Por algo, el lema nació del público: “El Belén del Detalle no es porque lo hayamos puesto nosotros; la gente siempre decía ‘¡cuántos detalles!’”.

Inauguración y visitas

La inauguración será el viernes 13 de diciembre por la mañana, con misa y apertura del Belén. “Las puertas están abiertas para todo el que quiera venir; esto es la casa de todos”, invitan. La muestra se mantendrá hasta el 6 o 7 de enero. Este año, además, contarán visitantes y quieren contar las figuras. “Tenemos casi mil, o yo no sé”.

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Hay escenas que tocan especialmente a los autores. Paco señala “La Huida a Egipto”. “Este rincón me maravilla… nos costó encontrarle la posición a la figura, integrar la palmera, el arco…”. Y Vicente presume de su Casa Moruna, “Lo hice en mi patio, poco a poco…”.

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Al despedirnos, “Yo pediría a la gente que se interesara un poquito por ello, porque es muy bonito, sobre todo trabajar en conjunto con gente que te abre su corazón, su casa, su alma”, dice Vicente, y Paco concluye...“Esto es la casa de todos”.