El Laboratorio de López Nicolás analiza la ciencia detrás del nuevo disco de Rosalía
El espacio de divulgación convierte ‘LUX’ en un experimento acústico, lingüístico y neurocientífico que explica por qué emociona tanto
Murcia
Hoy, el Laboratorio de López Nicolás se adentra en un territorio inesperado: la música de Rosalía vista desde la ciencia. El programa analiza LUX, el último álbum de la artista, desde perspectivas como la acústica, la psicoacústica, la matemática musical, la lingüística, la física del sonido y la neurociencia auditiva.
El Laboratorio de López Nicolás analiza la ciencia detrás del nuevo disco de Rosalía
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Según López Nicolás, el disco funciona como una auténtica arquitectura científica: juega con contrastes acústicos, timbres complejos y estructuras matemáticas que activan la respuesta emocional del oyente. “Cuanto mayor es la diferencia entre un pasaje suave y uno intenso, más se estimula el sistema nervioso”, señala, aludiendo a principios de psicoacústica.
El análisis también aborda la química del timbre, comparando la mezcla de sonidos con moléculas que generan “perfumes acústicos”, y la neuroestética, que explica cómo la vulnerabilidad vocal activa áreas del sistema límbico. Además, LUX introduce un reto cognitivo al alternar hasta 13 idiomas, modificando la prosodia y obligando al cerebro a reajustar patrones de escucha.
La orquesta del disco añade complejidad física: cada instrumento ocupa rangos específicos del espectro sonoro, lo que requiere aplicar principios de ingeniería acústica para equilibrar amplitudes y evitar cancelaciones de fase. Incluso el silencio se analiza como variable física y psicológica, capaz de generar expectativa y tensión.
Para López Nicolás, LUX emociona porque combina cinco estímulos que el cerebro adora: contraste acústico, riqueza tímbrica, patrones matemáticos, diversidad lingüística y narrativa emocional. “Es una obra que activa simultáneamente muchas áreas cerebrales”, concluye.
Un programa que demuestra que la música no solo es arte: también es física, química y neurociencia aplicada.
