Misterio entre los castilletes de las Minas de La Unión, Ana Ballabriga abre un nuevo enigma en 'El último giro'

Cartagena

El relato ganador retoma la historia de Clara, quien encontraba una fotografía imposible en la cripta de la ermita de San José. En ella aparecía con Fabio, su amigo de adolescencia fallecido veinte años atrás.

Sebastiana Espín, ganadora del primer relato.

El día que se echaron la foto, él cumplía dieciséis años, Clara acababa de cumplir quince. A ambos les gustaba visitar el lugar de acumulación de historias y materiales de diversas culturas, cuya construcción comenzó en el siglo III a. de C. Lo que menos les gustaba contemplar era la danza de la muerte dibujada en una parte del mural.

Fabio quería ser arqueólogo; Clara aún no lo sabía, aunque le apasionaba escribir.

En una de las visitas a aquel lugar tan atrayente para ellos, Fabio se llevó una cámara de fotos de las que salían al instante. Tras echar la primera foto, comprobaron que habían salido favorecidos, por lo que Clara le suplicó que se la diera. Algo misterioso impedía a Fabio ceder a la petición. Para solucionar el problema, se echaron varias; sin embargo, salían borrosas.

Al día siguiente él fue atropellado por un camión.

Debajo de la foto que cogió Clara con manos temblorosas, había una nota que decía: «He venido de la ultratumba para animarte a escribir tu primera novela. Puedes comenzar con “Aún me quería veinte años después de su muerte”».

Fabio.

Nuevo capítulo. 'El último giro' - Las Minas de La Unión.

Los tres chicos dejaron las bicicletas ocultas entre los matorrales y recorrieron a pie los últimos metros del camino. La edificación abandonada se fundía con el color rojizo de la tierra, casi como si hubiera brotado de ella.

Lito, el más menudo, no dejaba de mirar hacia atrás.

—¿Seguro que esto no es peligroso?

Luis alzó la vista. El edificio amenazaba ruina; nada que ver con los del Parque Minero, restaurados y a los que se podía llegar con el tren turístico.

Ramón, el más alto, ajustó la mochila a su espalda.

—¿Estás seguro de lo que te dijo tu abuelo?

Luis chasqueó la lengua.

—Mi abuelo no se equivoca nunca. ¡Silencio!

Los tres se detuvieron, tensos.

Luis soltó una risa.

—Idiotas… Estáis cagaos.

Lito abrió los ojos como platos.

—Eres imbécil. Nos traes aquí porque dices que tu abuelo te habló de un tesoro. Yo solo veo una torre que se va a caer y unos esqueletos de madera podrida.

—Son castilletes, animal —bufó Luis—. Los usaban para subir y bajar a los mineros y lo que sacaban de la mina.

—Pues ese castillete tiene piernas —susurró de pronto Ramón.

Luis y Lito siguieron la dirección de su dedo tembloroso.

Luis encendió una linterna diminuta.

A pocos metros, la luz mostró las piernas desnudas de una mujer.

Luis tragó saliva.

—Mi abuelo nunca dijo nada de cadáveres...

Se acercaron despacio, conteniendo la respiración.

—No os acerquéis —dijo Lito sacando el móvil—. Voy a llamar a la policía

—Y nos largamos de aquí pero ya —añadió Ramón.

Y entonces, desde el fondo oscuro de la nave, surgió una voz grave, seca, que lo congeló todo:

—Guarda el móvil en tu bolsillo… y nadie se mueve de aquí.

¿Cómo participar? Envía tu final del relato.

Los oyentes deberán escribir un final de máximo 200 palabras para este segundo episodio.

Correo para participar: informativos.cartagena@cadenaser.com

La propia Ana Ballabriga elegirá el final ganador, que se leerá en antena en el próximo episodio de 'El Último Giro'.

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