El impacto económico de la industria del Valle de Escombreras supera los 5.200 millones de euros durante 2024 y supone el 0,33% del PIB nacional

Cartagena

La Asociación de Empresas del Valle de Escombreras ha presentado hoy su Memoria de Impacto Económico y Social, elaborado por la UPCT con datos del año 2024. Entre otros datos del estudio, se desprende que el impacto económico de este polo industrial es de 5.200 millones de euros, 3.200 de ellos de manera directa. Así lo explicaba Rafael Quesada, director de la refinería de Repsol en Cartagena y presidente de la AEVE, formada por 26 empresas del Valle.

En cuanto a los empleos, se enumeran en 1.678 directos y más de 25.000 indirectos e inducidos, de los cuales 2.600 son en la Región.

Destacaba Quesada "la necesidad de seguir creciendo" que tiene el Valle y lo planteaba como y "uno de los retos" del futuro, para lo cual es necesario más suelo. Entre los proyectos, también son "estratégicas" las ampliaciones portuarias de El Gorguel y Barlomar

En cuanto al pago de impuestos directos es de 371, de los cuales la mayoría son estatales pero más de 22 van a las arcas municipales y 1 a las autonómicas. Su actividad supone el 0,33% del PIB nacional y el 0,13% del empleo.

Por su parte el Secretario General de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor, Enrique Ujaldón, destacaba la importancia de la industria dentro del PIB de la Región, creciendo un 6'3% en 2024 y recuerda que este sector necesitará 60.000 puestos de trabajo en los próximos 10 años. Destacaba también otro dato: el salario medio bruto del Valle de Escombreras es de 52.000 euros, muy superior a la media.

La alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, recogía el guante de la necesidad de ampliación del Valle y recuerda que en el nuevo PGOU se recoge un incremento del 30% en su edificabilidad.

El rector de la UPCT, Mathieu Kessler, enumeraba las formas de colaboración entre la institución y las empresas, así como la transferencia de talento formado en la universidad hacia el Valle de Escombreras. El autor del estudio ha sido el investigador Antonio García Sánchez.