La muerte de un espeleólogo en Llano del Beal reabre el debate sobre la seguridad en la Sierra Minera
La galería donde ocurrió el accidente tenía la concesión caducada, aunque acometió las medidas de seguridad; en los últimos cuatro años se han ejecutado obras en unos 380 pozos y galerías mineras
Sierra Minera de Cartagena-La Unión / Javier Gimenez Martin
Murcia
La tragedia golpeó este sábado a la Sierra Minera. Un espeleólogo falleció tras caer en una galería abandonada mientras exploraba junto a un compañero. El pozo, de gran profundidad, se encuentra en una concesión minera caducada, lo que ha reavivado la preocupación por la seguridad en estas instalaciones históricas.
Según la Administración regional, en su día la galería cumplía las condiciones exigidas, pero tras la caducidad de la concesión dejó de estar vinculada a la actividad minera. En estos casos, la Dirección General de Minas requiere al propietario que adopte medidas de protección para evitar riesgos. “Se realiza un seguimiento del estado de las instalaciones y, llegado el momento, se exige la intervención”, explican fuentes oficiales.
En los últimos cuatro años se han ejecutado obras en unos 380 pozos y galerías, muchas de ellas mediante subvenciones a ayuntamientos o de forma subsidiaria. Cartagena concentra la mayor parte de las actuaciones, con 155 accesos asegurados, seguida de Lorca (115) y Mazarrón (95). A estas se suman 20 protecciones impulsadas por propietarios a requerimiento de la Administración y otros 20 requerimientos en curso.
La Sierra Minera, con decenas de galerías y pozos abiertos desde el siglo XIX, sigue siendo un entorno de riesgo para senderistas y espeleólogos. El accidente del Llano del Beal pone de nuevo sobre la mesa la necesidad de intensificar las labores de sellado y señalización, para que la historia minera no se convierta en una amenaza para quienes recorren sus entrañas.




