“Este movimiento es imparable”, dice Pacto por el Mar Menor tras la marcha hace unos días de dos miembros

Cartagena

El Comité de Tutela del Mar Menor vivió hace unos días un movimiento inesperado que sorprendió a colectivos ambientales y representantes de las administraciones con el abandono de Teresa Vicente y Alfonso Manzano. Según Ramón Pagán, portavoz de Pacto por el Mar Menor, “no sé si sorprendido, sino desde luego el árbol se agitó esos días; vivimos unas horas de impacto muy grande, un tsunami diría yo”.

El abandono de estos dos miembros se suma a los retos que enfrentan los colectivos que trabajan por la recuperación de la laguna. “Teresa es una parte fundamental de todo este movimiento y lo seguirá siendo”, subraya Pagán, quien recuerda que todavía existen dificultades para que algunas instituciones comprendan la personalidad jurídica del Mar Menor. “Incluso dentro de los tribunales de justicia, cuando nosotros hemos llamado para estar presentes en representación del Mar Menor, todavía no han entendido que esa ley está vigente y que el Mar Menor tiene derecho a estar presente”, añade.

A pesar de estos obstáculos, Pagán transmite un mensaje de esperanza porque "todos los que estamos luchando por el Mar Menor vamos a seguir haciéndolo todavía con más fuerza, y se van a conseguir los objetivos”. La laguna salada se ha convertido en un ejemplo que ha puesto el foco de atención internacional por la defensa de la naturaleza y la protección de ecosistemas, lo que ha hecho que se haya puesto a la región en el mapa europeo y mundial.

El portavoz de Pacto por el Mar Menor explica que la marcha de Vicente y Manzano refleja tensiones internas sobre la gestión del comité: “Ellos hablaban de continuas trabas y problemas para hacer un frente común, no solo entre las administraciones, sino también entre los colectivos”. Sin embargo, asegura que la comisión de seguimiento continúa trabajando y que los desafíos se superarán. “Hay que mirar al futuro con esperanza porque se van a superar todos los problemas que puedan existir todavía. Este es un movimiento imparable”, afirma.

Pagán también denuncia que las dificultades no se limitan a la coordinación entre colectivos y administraciones, sino que afectan directamente a la aplicación de leyes clave para la recuperación del Mar Menor. Cita el Plan de Ordenación del Territorio de la Cuenca Vertiente, que ya lleva dos años fuera de plazo, y la normativa sobre fertilizantes, que no se ha implementado adecuadamente. “Ni el Mar Menor ni los ciudadanos que vivimos en su entorno tenemos derecho a esta paralización”, subraya.

Respecto al sector agrícola, Pagán aclara que las críticas no van dirigidas a los pequeños productores: “El agricultor tradicional del campo de Cartagena está sufriendo muchísimo. Ve que tiene que cumplir todas las normativas y, sin embargo, no puede competir frente a las grandes multinacionales”. Estas empresas, asegura, son las que más obstaculizan los avances hacia una agricultura y ganadería respetuosas con el medio ambiente.

Finalmente, el portavoz explica su papel dentro del comité que en este momento es "estar en la comisión de seguimiento como sustituto de uno de los miembros. La renovación de cargos se hará de forma paulatina según los estatutos, y la comisión valorará los candidatos. Yo seguiré haciendo lo que he hecho hasta ahora: poner un granito de arena para que la situación del Mar Menor cambie”.

Pagán concluye con un mensaje positivo y esperanzador para el futuro más cercano "teniendo en cuenta que tengo tres hijos y tres nietos, lo que quiero es que este paraíso no se deteriore más y pueda ser disfrutado por las generaciones futuras. Haré todo lo posible para que la ley de personalidad jurídica del Mar Menor y las tutorías del Mar Menor tengan todo el desarrollo que necesita la laguna”.