Santiago Martínez (Fecoam): "Al agricultor no le queda otra solución que estar en una cooperativa porque, de lo contrario, le quedan dos telediarios"

Murcia

El sector cooperativo agrario de la Región de Murcia afronta el cierre del año con un balance globalmente positivo, aunque condicionado por la sequía y los episodios climáticos extremos.

Así lo ha asegurado el presidente de Fecoam, la Federación de Cooperativas Agrarias de la Región, Santiago Martínez, durante una entrevista en A Vivir, Tierra y Mar.

La situación es especialmente preocupante en comarcas como el Altiplano y el Noroeste, donde la sequía está afectando de forma severa al secano. En este escenario, el presidente de Fecoam ha destacado el papel fundamental de los seguros agrarios como principal herramienta de protección frente a las inclemencias meteorológicas.

Entre los retos que han marcado el año, Martínez ha señalado el esfuerzo por mantener la presencia y competitividad en los mercados, así como la labor que realizan las cooperativas para dar respaldo al pequeño y mediano agricultor. En este sentido, ha sido contundente al afirmar que, en el contexto actual, “ir por libre no tiene sentido” para las explotaciones de menor tamaño. Según ha indicado, el futuro del sector pasa por tres modelos claros: grandes empresas bien organizadas, cooperativas fuertes o grupos de inversión, quedando fuera del sistema quienes no se adapten a esta realidad.

La principal preocupación del sector sigue siendo el agua. Santiago Martínez ha reclamado una solución definitiva que ponga fin a la incertidumbre permanente sobre el futuro de las campañas agrícolas. Ha alertado del impacto que tendría el cierre de pozos sin alternativas viables y ha pedido a las administraciones que sustituyan las restricciones por soluciones reales, como el aumento de la desalación o una planificación hídrica estable. “El sector no puede vivir con esta inseguridad constante”, ha insistido.

De cara a los próximos años, Fecoam también reclama una simplificación de la carga burocrática. Martínez ha denunciado el exceso de controles, auditorías y exigencias administrativas que obligan a las cooperativas a destinar varios trabajadores únicamente a tareas de gestión documental.