“Aquí no pasas la Navidad solo, te sientes en familia”: la historia de Ángel en la Hospitalidad de Santa Teresa

Cartagena

En plena Navidad, cuando la soledad se hace más visible, la Hospitalidad de Santa Teresa en Cartagena sigue siendo un lugar de acogida y acompañamiento para personas en situación de vulnerabilidad. Allí reside desde el pasado verano Ángel, que este 5 de enero dejará el centro para iniciar una nueva etapa en un piso tutelado de la Fundación ÁMAS.

“Llevo varios meses aquí y para mí ha sido fundamental en mi proceso. Gracias a este lugar tengo cubiertas mis primeras necesidades y eso me ha permitido centrarme en mi recuperación”, cuenta. Ángel llegó a la Hospitalidad derivado por una asociación especializada en adicciones y reconoce que el cambio ha sido total. “Mi vida ha cambiado al 200%. Aquí encontré seguridad, acompañamiento y una atención integral. Hay trabajadoras sociales, psicólogos, enfermería... es como un todo incluido.”

Durante las fiestas, el centro se transforma en un auténtico hogar compartido. “Aunque tengas casa o no estés en la calle, aquí las Navidades no las pasas solo. Te sientes casi como en familia”, explica. Las cenas especiales de Nochebuena y Navidad, decoraciones y el trabajo de los voluntarios hacen que la soledad se alivie. “Están pendientes de ti, te escuchan, te ayudan. Son como parte de nuestra familia.”

Ángel, que lucha contra una adicción, afronta ahora su nueva etapa con serenidad. “Esto es una carrera de fondo, pero en etapas. Hay que vivir el día a día: hoy un día sin consumir, mañana igual. ”Defiende la necesidad de pedir ayuda y entender que la adicción es una enfermedad crónica: “En el momento que reconoces que tienes un problema y empiezas terapia, te das cuenta de que no es culpa tuya, sino una enfermedad. Pedir ayuda es el primer paso.”

El deporte ha sido también un aliado. “Es fundamental, porque te distrae, te hace liberar dopamina de forma natural y te ayuda a sentirte bien. Se lo recomiendo a todos, tengan o no problemas.”

No es cartagenero de nacimiento, pero valora la calidad de los servicios sociales de nuestra ciudad. “Vine en 2018 por trabajo y me quedé por la calidad de los servicios sociales que tiene Cartagena. En otros sitios hay más desamparo. Aquí te sientes acompañado y respaldado.”

Antes de despedirse del año, Ángel tiene claro su deseo: seguir avanzando y mantener la esperanza. “La hospitalidad me ha devuelto la vida. He recuperado cosas que tenía perdidas: la salud, los hábitos, las ganas. Aquí todo suma.”