Normalmente, una boda es un motivo de celebración. Una pareja decide darse el 'sí, quiero' para oficializar su relación y espera estar acompañada de su familia y amigos en ese momento. Las hay de todo tipo: bodas íntimas, con cientos de invitados, en un restaurante cerrado o en una finca al aire libre. Pero hay algo en común en todas ellas: los invitados se ven socialmente obligados a pasar por el peaje de pagar el cubierto.

Desde hace unos años se ha instaurado en España la moda de dar dinero a los novios para que cubra, al menos, el coste del cubierto. Lejos quedan los tiempos en los que los invitados intentaban acceder cuanto antes a la lista de bodas para buscar el regalo que se ajustase mejor a su presupuesto. Hoy, los novios incluyen en la invitación un número de cuenta y el ingreso medio ronda los 150 euros.

Once bodas y 1.650 euros gastados en regalos para los novios

Ángela cuenta en Código de Barras que este año tiene 11 bodas. Con 28 años se encuentra en esa época en la que los enlaces de sus amigos se solapan en los mismos años, y acudir a todas ellas es un reto: "Vivo en Madrid, pero soy de Sevilla, así que la mayoría de las bodas las tengo allí, lo que implica más gastos, por el transporte. Normalmente repito vestidos y de regalo suelo dar 150 euros, aunque cuando es una persona muy cercana doy algo más. Además, si voy con mi pareja pago su parte". En total, este año se dejará, como mínimo, 1.650 euros en regalos de boda. Un dinero al que hay que sumar los desplazamientos, el vestuario o la trampa previa a la boda, la despedida de soltero.

El caso de Ángela es, en realidad, el de muchos jóvenes que en un mismo año -especialmente entre mayo y septiembre- ven ocupados sus fines de semana con bodas (y despedidas de soltero). "Tengo que organizar un poco mi vida alrededor de las bodas", reconoce Ángela. Teniendo en cuenta la inversión económica que supone, surgen dudas de si recibir la invitación a una boda supone una suerte o una penitencia. Marielys Duluc, organizadora de bodas y responsable de AmarYya Bodas cree que hay matices: "Siempre dependerá del nivel de relación que tienes con la pareja. Si es una pareja cercana, si hay lazos de amistad o se trata de un familiar querido es un disfrute ir a una boda y pagas lo que tengas que pagar. Pero si es un compromiso, de trabajo, por ejemplo, entonces se convierte en una condena".

La cantidad de dinero que se da en las bodas depende mucho de dónde se celebra, porque cada comunidad tiene sus precios

Sobre la cantidad de dinero que hay que dar en las bodas, Duluc señala que 150 euros es lo habitual, pero matiza: "lo que des de regalo depende mucho de dónde se celebra la boda, porque cada comunidad tiene sus precios. También del tipo de boda y de los detalles que hay". De media, calcula Duluc, una boda cuesta en torno a los 20.000 euros, pero no es habitual que los invitados consigan sufragar la fiesta con la donación. "No le aconsejamos a nadie casarse pensando en los regalos que recibir, es una locura, pero es verdad que saber que los invitados te van a dar dinero te permite estirarte un poco más", explica la organizadora de bodas.

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Existe la posibilidad de que, recibida la invitación, reparemos en que no podemos ir. En ese caso, la directora del Instituto Mediterráneo de Estudios de Protocolo, Diana Rubio, recomienda avisar cuanto antes a los novios. Sobre el regalo, sugiere que "siempre y cuando haya una relación cercana, se puede hacer un regalo económico aunque no asistamos de manera presencial". En cualquier caso, si nos perdemos el evento, Rubio aconseja quedar con el matrimonio después para conocer los detalles de cómo fue la boda.