Cospedalismo
Es como si el señorito, que tan genialmente interpretó Juan Diego en 'Los Santos Inocentes', se hubiera hecho ventrílocuo y graznara, desde el vientre de la corrupción, sus diferentes encarnaciones vocales
Maruja Torres: "El rencor de la progresía"
Madrid
Es lo que tiene el rencor de la progresía. Te hace recordar. Muchos hemos recordado, estos días, al hilo de las grabaciones que está desvelando 'El País', aquellas cumbres religiosas del cospedalismo y de quienes usan el reclinatorio para camuflar sus turbios fines.
Las cintas ofrecen la versión múltiple de un sujeto único. Es como si el señorito, que tan genialmente interpretó Juan Diego en 'Los Santos Inocentes', se hubiera hecho ventrílocuo y graznara, desde el vientre de la corrupción, sus diferentes encarnaciones vocales. Conservando, eso sí, las dos características que marcan a quienes se creen omnipotentes: jactancia y facundia.
Porque hay una risa interior, un cachondearse de nosotros mientras nos engañan, en el que Aguirre es experta abadesa. De Aguirre también recuerdo, progre de mí, aquel momento de pijos entrañables que compartió con Bertín, mientras le acariciaba una yegua y le informaba de que también ella tuvo una igual.
Qué grandioso es el cortijo, que permite practicar con los caballos el convincente susurro que, en público, se dirigirá a los siervos para tranquilizarlos, previo paso por el reclinatorio y por las grabaciones. Como dicen algunas cuñas publicitarias, con permiso de nuestros amables anunciantes, "es una cuestión de actitud", "pide asesoría personalizada por teléfono desde casa" y, sobre todo, "Feijóo cambia, Feijóo repara". Pero recordad la foto de la crema.
Maruja Torres
María Dolores Torres Manzanera (Barcelona, 16...