Más Europa, menos gas ruso

Barcelona

La Comisión Europea ha lanzado hoy un plan muy ambicioso para reducir la dependencia de los 27 respecto del gas ruso. Hay medidas abundantes y para todos los gustos, desde la compra coordinada de gas en los mercados internacionales a la inversión masiva en energías renovables, como la solar o el hidrógeno verde. Entre ellas destacan dos que sonarán a gloria a los españoles, porque aunque sea tras un pulso a brazo partido vienen a darles la razón: se impondrán topes al precio del gas comprado al exterior, aunque no se detalla mucho cómo se logrará, lo que era una de las primeras reivindicaciones de España; y se permitirá a otros países, como Italia, copiar el sistema de precios reformado para españoles y portugueses, la "excepción ibérica".

Las pretensiones de las compañías eléctricas de tumbarla sufren un fuerte revés, que les complicará proseguir su cruzada ante los tribunales. Un alivio para los consumidores. Hay un punto demasiado tímido, que limita mucho la ambición del plan: su financiación. Los casi 300.000 millones previstos son en su mayoría dinero "viejo": procederán de los préstamos aún no utilizados del Plan de Recuperación 'Next Generation'. Es cierto que se dedicarán a objetivos muy similares, pero no siempre coincidentes. Esta manía de recauchutar programas y de que casi con los mismos recursos parecer que se hace mucho más, no es nada estimulante. Ojalá este temor acabe siendo equivocado.