Cervatillo Zelenski, paquidermo Putin
Los movimientos paquidérmicos de Putin, sus gestos metálicos, su faz abotargada, sus reuniones en mesas infinitas, sus discursos súperensayados: son los mismos rasgos del estilo que exhibe el ejército invasor. Potente, pero lento y torpe. Solo apto para devastar y destruir. Para la muerte
Cervatillo Zelenski, paquidermo Putin
Barcelona
Zelenski ha estado hoy en Davos. Por pantalla, claro, pero ahí estaba, ante la flor y nata de las finanzas mundiales. La sala quedó pequeña. Y los aplausos no paraban. El ucraniano les ha recordado a los grandes empresarios y a los demás gobiernos que él pone los muertos, hoy hasta 87, y que ellos deben al menos cumplir su parte, aportando el dinero y el armamento necesario.
La agilidad y expresividad del presidente invadido se filtra por cualquier lugar: en todos los parlamentos, en todas las grandes ocasiones políticas, pero también en cumbres de negocios como esta, en las montañas suizas, tan tranquilas.
Esa versatilidad de cervatillo se confunde e identifica muy bien con las fuerzas armadas y los voluntarios de la resistencia que dirige. Tiene su misma rapidez, su capacidad de improvisación, la intuición para corregir el tiro: esas virtudes de la guerrilla, sin dejar de contar con un ejército convencional. Zelenski es un tipo moderno.
Es curioso como sintonizan los perfiles de los líderes y los movimientos de sus tropas. Los movimientos paquidérmicos de Putin, sus gestos metálicos, su faz abotargada, sus reuniones en mesas infinitas, sus discursos súperensayados: son los mismos rasgos del estilo que exhibe el ejército invasor. Potente, pero lento y torpe. Solo apto para devastar y destruir. Para la muerte.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...