La Roma de Mourinho gana la primera Conference League
Tras vencer al Feyenoord, el portugués consigue ser el primer entrenador en conseguir ganar la Champions, Europa League y Conference
La Conference League ya tiene al primer campeón de su historia: la AS Roma. Un solitario gol de Nicolo Zaniolo en el minuto 31 fue suficiente para que los romanos consiguiesen su primer título europeo desde la Copa de Ferias que consiguieron en 1961, haciendo que José Mourinho se corone como un mito giallorosso.
Mourinho consigue su triple corona
En el coqueto National Arena de Tirana, Mourinho se había citado con la historia: era su día para ser el primer entrenador ganador de la Champions, Europa League y Conference. Si bien el estadio, que rondaba las 20.000 butacas, no era el lugar más épico en el que ser el primer ganador de una competición europea, era el que había seleccionado la UEFA. No se esperaban una final del calibre de un Roma-Feyenoord, menos aún el desplazamiento masivo de dos equipos que quieren volver a reinar en Europa.
Pese a que el intercambio de golpes era pesado, en la tensión del encuentro estaba su belleza. El Feyenoord tenía grandes ideas con balón, pero la defensa de Mourinho marcaba la diferencia. Al final, en una buena jugada trenzada, el teórico favoritismo se acabó imponiendo. Zaniolo, en su enésimo renacer tras su lesión, controló el balón y paró el tiempo en el área, definiendo con clase para llevar al delirio a la afición romana. Un par de conatos de tángana después, el partido llegó al descanso. Mourinho tenía más cerca su triple corona europea.
La meta del portugués (y, por ende, de una Roma ansiosa por ganar un título europeo) estaba a una parte de distancia, pero nadie dijo que fuese a ser fácil. La sólida defensa italiana comenzó a mostrar las primeras fisuras. El Feyenoord atacaba bien, mostrando más certezas y clarividencia en los últimos metros que en la primera mitad. Ahí, comenzó a aparecer Rui Patricio, el veterano compatriota de Mourinho que ocupaba la portería romanista. Aliándose con los palos en dos ocasiones, la Roma comenzaba a construir un imperio desde su propia área.
Poco a poco, los romanos fueron expandiendo sus fronteras, haciendo que las intentonas neerlandesas tuviesen que recorrer más espacio. Con ello, Mourinho consiguió que el paso de los minutos fuese más leve para la Roma, pasando el tiempo demasiado rápido para el Feyenoord. Finalmente, el cronómetro acabó cumpliendo su promesa, llegando al 90 y haciendo que el National Arena de Tirana se tornase giallorosso. Roma no se construyó en un día, pero Mourinho sí que ha conseguido algo inédito en la capital italiana en una temporada al frente del conjunto romano.
Víctor Diéguez
Periodista según la UCM. Pasión por el deporte y por sus historias.