El cine en la SER
Cine y TV | Ocio y cultura

Cannes 2022 | 'As bestas', el lado oscuro de la España rural en un thriller enfermizo

Rodrigo Sorogoyen presenta en el Festival de Cannes su nuevo trabajo, un potente thriller de suspense y tensión que indaga en los dilemas del campo

Fotograma de 'As bestas' @Lucia Faraig

Cannes

El cine español insiste en salirse del centro geográfico. De la gran ciudad, de la urbe. Madrid ya no es el escenario del nuevo cine español, ese que está llegando a festivales internacionales, que está conquistando a un nuevo público y que trata de reflejar nuevas miradas sobre nosotros mismos y nuestro país. Si Carla Simón nos ha llevado a Alcarràs, Isaki Lacuesta a un París periférico, y Elena Riera nos enseñó la cruda relación con el agua en el sur de Alicante en El agua, ahora Sorogoyen nos mete en un pueblo de la Galicia vaciada en As bestas, película que ha presentado en Cannes Premiere. "Son películas muy distintas, pero hay una comunión de preocupaciones y de querencias a la hora de contar ciertas historias y enclavarlas en un sitio y no en otro, entiendo que hay un deseo común", analiza el director, primerizo en el mayor festival del mundo. "Estoy como un niño pequeño intentando absorberlo todo, está muy bien vivir esta experiencia. Y contentísimo por ser la primera vez que me seleccionan. Es muy divertido, muy emocionante y muy loco".

As bestas es un thriller rural que nos sitúa en un pueblo casi vacío del Bierzo. Un verano y un invierno en el que los pocos habitantes de esa aldea donde las casas están derruidas, donde no hay ni niños ni colegio, viven una disputa capital. Es la misma disputa que subyace en el fondo de la historia de Elena Riera y de Carla Simón, básicamente porque es ahora mismo la disputa a la que se enfrenta la sociedad actual. En un momento post pandemia, donde la ciudad parece quitarnos más de lo que nos da, donde el pueblo no siempre es una opción y donde debemos elegir qué modo de vida con nosotros mismos y con los demás queremos tener.

Dicen que vivimos una ola reaccionaria, puede ser. Lo que sí es cierto es que vivimos en un momento donde se nos pide decidir, como a los protagonistas de As bestas, por un futuro, por un modo de vida ¿Queremos salvarnos nosotros o queremos salvarnos como sociedad? Es decir, plantea la cuestión de si queremos apostar por un neoliberalismo que parece ayudarnos en un primer momento o queremos apostar por un sistema social que no deje a nadie atrás ni ahora ni más adelante. Los vecinos de ese pueblo tienen que elegir, dar sus tierras para que una empresa de energía renovable plante molinos de viento y coger un dinero, o no vender y seguir viviendo prácticamente abandonados. Eso enfrenta a los vecinos. A esos que creen que un matrimonio francés de hippies que cultiva un huerto ecológico no tiene derecho a decidir. Esa tensión se hace cada vez más evidente.

"En blanco y negro, en bueno y malo, están muy claras la película, pero qué poco interesante sería si fuese así. Desde el inicio siempre estamos intentando entender a esos personajes, es una película de cinco personajes, cada uno con su historia y un conflicto muy potente. Se necesita un tiempo para que los personajes se hagan entender", apunta el director junto a su guionista habitual, Isabel Peña.

El título alude a la tradición gallega de Rapa da bestas, que consiste en cortar las crines de los caballos que se realiza en los curros celebrados en varias localidades de Galicia, además del corte de las crines, los caballos son desparasitados y se les curan las heridas que puedan tener. Es la impresionante escena inicial del filme, que dialoga con lo que ocurrirá después. Y en medio de esa tradición, Sorogoyen introduce la historia de una pareja francesa instalada en una aldea que tienen problemas de convivencia con los lugareños. Tensiones que están ahora mismo en el debate social. El papel de las eólicas en el paisaje rural, el papel del turismo en la España vaciada o la convivencia en el mundo rural, el tipo de carne que queremos comer, el tipo de agricultura que vamos elegir o qué futuro vamos a dar a nuestros hijos. Las cuestiones del presente están en As bestas, en un thriller donde la testosterona ya no sirve para solucionar conflictos. Un mundo nuevo necesita nuevas gestoras y las mujeres de esta historia acaban tomando la delantera.

Sorogoyen demuestra que es uno de los directores que mejor capta la tensión ante la cámara, que sabe dónde ponerla, cómo moverla e incluso cuando dar un paso atrás. La violencia y el miedo sobrevuelan esta historia, donde los paisajes funcionan como marco grandioso, como elemento hostil, y también como reflejo de lo salvaje frente a lo civilizado. "Intentas entender lo que es la historia para intentar poner la cámara y decirle a los actores cuál es la mejor manera de mostrar la violencia. Hay una tensión desde el guion, luego a la hora de planificar, hay escenas que necesitábamos que fueran muy violentas cuando la acción no lo es", explica Sorogoyen. Denis Menochet, Marina Fois, Luis Zahera y Diego Anido son los protagonistas de este thriller enfermizo y atmosférico que indaga en el lado oscuro de la España rural.