Titánica remontada de Rafa Nadal
El manacorí se impone a Auger-Aliassime en octavos de final de Roland Garros después de cinco sufridos sets. Espera Djokovic en cuartos de final
El camino al Decimocuarto Roland Garros se topó con su primer gran obstáculo en el camino. Para superarlo, tocó picar mucha piedra. Primero remontar, después encontrar el dominio, certificarlo y sufrirlo para al final, acudir a un espíritu inamovible. Una gesta más para el relato de Rafa Nadal con el Grand Slam francés. Un espectáculo de tenis que ganó el de siempre. Insisitir, insistir e insistir en cinco sets (6-3, 3-6, 2-6, 6-3, 3-6) para llegar a la siguiente piedra, la más grande y la que más rivalidad guarda de todas, Novak Djokovic.
4 horas y 20 minutos de sacrificio
Nadal se encontró con la bravura del pupilo de su tío Toni Nadal desde el primer set. 6-3. Auger-Aliassime arrancó con firmeza y agresividad poniéndolo a raya con hasta un 5-1 que el manacorí maquilló hasta el 6-3. En el segundo set, el español apretó el puño y los dientes hasta recuperar el sitio, y el partido entró en 'territorio Nadal'. Los puntos caían por insistencia y determinación en el segundo set (3-6) y en el tercero (2-6), pero la racha se cortó en el cuarto.
Después de haber encontrado su punto de tenis y las flaquezas de Aliassime, Nadal fue superado por el ímpetu y la agilidad de piernas y mente de su rival. El joven tenista canadiense dejó de conceder metros, pasando a dominar el fondo y la red al tiempo que imponía la fuerza de su derecha. El trece veces campeón del Grand Slam francés cayó sin encontrar alternativas (6-3), mandando el partido al definitivo y quinto set. Dos sets de color español y dos de color canadiense.
La muerte súbita tocó sufrirla. El de Montreal no le perdía la cara al partido. Al contrario. Sus 21 años se disipan cuando agarra la raqueta. Sólo una personalidad arrolladora y desenfadada es capaz de plantar cara a una leyenda de la arcilla francesa. Nadal se trabajó la victoria, metiéndole su épica particular: derechas cruzadas ganadoras, el lado a lado y el grito al cielo en cada punto. Los servicios se conservaron hasta el 3-4 de Nadal, cuando el manacorí se dejó la piel para romperlo. Con el ciclón destado sobre la Court Philippe Chatrier, pasó lo de siempre: victoria de las que saben a gloria. ¿Hay mejor sabor que este? Ganar a Djokovic en cuartos, el siguiente escollo para levantar el Decimocuarto.
Bernabé Zapata cae vendiendo cara su piel
La otra cara de la moneda la protagonizó el tenista valenciano, que se despidió de Roland Garros en octavos de final como llegó, luchando. Enfrente tenía a Alexander Zverev, número tres del mundo, con el que incó la rodilla en tres disputados sets (7-6(11), 7-5 y 6-3). El tenista alemán supo torear la intensidad de Bernabé Zapata, dificultades mediante, en el tie-break del primet set. El primer juego se tildó fue decisivo, aunque no fue hasta el tercero cuando Zverev resolvió por la vía rápida. En la siguiente ronda espera al ganador del Carlos Alcaraz-Karen Khachanov. Si el murciano hace los deberes, se reeditará la final del Mutua Madrid Open en la que el de El Palmar arrasó al germano. Zapata se marcha del Grand Slam francés alcanzando el top100'.
Juan Antonio Requena
Estudiante de periodismo. Antes en Diario AS....