Mario Picazo: "Muchas de las ecuaciones para hacer predicciones meteorológicas empiezan a no encajar por el cambio climático"

Madrid

Hay pocas cosas más cotidianas en nuestro día a día que vestirnos o, más bien, lo cotidiano es saber cómo tenemos que vestirnos: si va a llover, si caerán 30 centímetros de nieve o todo lo contrario si hará un sol de escándalo o un bochorno bíblico. La información meteorológica, que silenciosamente ocupa una parte importantísima de nuestras vidas, tiene detrás una ciencia muy sofisticada, que no es otra cosa que el estudio de nuestra atmósfera, el estudio de cómo funciona esa capa gaseosa de la Tierra, que es importantísima para la vida porque realmente afecta a todo. ¿Qué información maneja un meteorólogo? ¿Cómo procesan la información en bruto y la comunican en nuestras televisiones, radios y webs? ¿Por qué fallan las predicciones? ¿Y otras veces por qué aciertan con tanta precisión? Esta noche se lo preguntamos a una de las personas que más saben sobre meteorología y cambio climático, Mario Picazo.

"Consumimos información a todas horas para planificar al dedillo nuestra actividad diaria o nuestras vacaciones o lo que sea", señala. "La información meteorológica se ha convertido en un ente en sí, con su propio espacio independiente a lo demás. Ya no es solo el tiempo, sino un espacio que implica mucho más que aporta información que es interesante", dice Picazo. "La meteorología se puede diluir perfectamente para que sea entendible", explica.

"La información meteorológica es una predicción del tiempo. A día de hoy, los pronósticos más fiables no pasan de tres-cuatro días. Para aquellos que quieran saber qué tiempo va a hacer en Semana Santa dos semanas antes, pues es ciencia ficción todavía", sentencia. "Nuestros errores no dependen tanto de nosotros, sino de la información base que puede tener un punto de error por las matemáticas y la física", añade.