Cuenco de leche de camello y dátiles para recibir a la reina Letizia en Mauritania en su primer viaje de cooperación a un país del Magreb
Vestida con el chaleco rojo de la cooperación española, la reina visitará proyectos en materia de salud, seguridad alimentaria, desarrollo rural y lucha contra la violencia de género
La reina Letizia ya se encuentra en Nuakchot, a donde llegó anoche para iniciar su séptimo viaje de cooperación. A pie de escalerilla del avión, que aterrizó en el aeropuerto de la capital mauritana, fue recibida por la primera dama del país. Ha tenido un recibimiento tradicional en el que le han ofrecido un cuenco de leche de camello y dátiles. La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Pilar Cancela acompaña en este viaje a la reina.
Cooperación "dialogada y feminista"
Es la filosofía de España en los proyectos de cooperación en los que participa, según han señalado fuentes de exteriores. Dialogada, porque no sólo se limita a invertir dinero y feminista porque se ayuda sobre todo a las mujeres, las grandes olvidadas y sobre las que suele recaer el peso de la economía y los cuidados familiares.
La reina dará visibilidad a los proyectos que tiene en la zona la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y pondrá en valor el trabajo de las 18 ONG que ayudan sobre el terreno. Visitará un centro de distribución de pescado para mejorar la seguridad alimentaria de la población y una comisaría de protección a las víctimas de violencia de género. Desde hace más de 30 años la cooperación española trabaja allí. Es un país prioritario. Actualmente hay 30 proyectos de ejecución para los que se España han destinado más de 50 millones de euros. A pesar del crecimiento experimentado en la última década, su impacto en el bienestar de la población ha sido limitado, ya que no se ha producido una reducción suficiente del desempleo y la desigualdad.
La importancia de Mauritania para la inmigración
Para España es muy importante la labor que está realizando Mauritania de contención de la inmigración irregular. Solo el año pasado esta colaboración se traduce en la interceptación de casi 130 cayucos.
Además desde la cooperación española se trabaja para dar oportunidades laborales a los jóvenes mauritanos para que no vean en la inmigración la única salida, en un país donde casi el 20% de la población vive en la extrema pobreza. Es uno de los países más pobres del mundo. En el índice de desarrollo humano de la ONU ocupa el puesto 157 sobre un total de 189 y la esperanza de vida no llega a los 65 años. Además, la república islámica de Mauritania forma parte de la región del Sahel, que desde hace unos años sufre la amenaza del terrorismo yihadista.