Suavizar el impacto de la guerra
Se trata de una medida no redistributiva, pues ayuda igual al usuario de un Jaguar, que no lo necesita, que al de un modesto utilitario imprescindible para acudir al puesto de trabajo

Suavizar el impacto de la guerra
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Barcelona
Un alivio para muchos. Eso es lo que supondrá la prórroga de las ayudas contra el impacto de la guerra en los bolsillos de los españoles. Un alivio, sobre todo, para los ciudadanos con menos "posibles", gracias a la extensión del ingreso mínimo vital y el tope temporal a los alquileres. Pero el paquete también contiene un elemento polémico: la subvención de veinte céntimos por cada litro de gasolina cargado en los vehículos. Es discutible porque no deja de ser un carburante fósil, y sufragarlo en parte con dinero público no deja de ser contradictorio con el objetivo de reducir la emisión de gases contaminantes. También porque se trata de una medida no redistributiva, pues ayuda igual al usuario de un Jaguar, que no lo necesita, que al de un modesto utilitario imprescindible para acudir al puesto de trabajo. Y además no favorece la toma de conciencia de que hay que pagar la factura de la resistencia a la invasión de Ucrania, y todos debemos colaborar en ello.
Pero la medida tiene ventajas. Contribuye a recordar que también las clases medias pasan apuros. Y pone ante el espejo a quienes votaron en contra y reclaman rebajas de impuestos, cuando esa subvención tiene sus mismos efectos y el paquete incluye mantener la reducción de impuestos a la electricidad.


Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...




