Ya están aquí las vacaciones más caras de la historia: estas son las razones por las que están subiendo los precios

Madrid

Nunca se había pagado tanto por viajar. Lo que todavía baila es cuánto más caras serán y eso depende de dónde pongamos el foco, de a quiénes preguntemos. Los datos oficiales ya registran una subida de los paquetes turísticos del 10,7%. Si empezamos a sumar kilómetros de vuelo o paisajes de postal llega el disparate. Hay otro factor que todavía no se puede cuantificar y es clave: la demanda. Después de dos años y medio de pandemia es muy fácil que esta variable altere aún más la ecuación hacia un mayor encarecimiento.

Nueva York al doble, islas prohibitivas

Entramos en una de los 4.500 agencias de viaje físicas dispersas por este país. Bajo los relojes de Riad, Nueva York, Tokio y Río de Janeiro hay tres mesas repletas de presupuestos. Están desbordados de trabajo. Lo malo es que casi todo es para nada: el 85% de esos deseos vacacionales se disipan al ver lo que cuesta. "La gente al ver precios y al ver condiciones de momento están retrasando su decisión de salir de vacaciones o cambiándolo por los destinos más familiares: la casa de mi tía, la casa de mi abuela o al pueblo", asegura Emilio Gimeno, director de la Agencia TGM y advierte de que hay hoteles en Nueva York que se han aupado de los 1.000 euros a la semana a los 2.000 euros.

Insiste en un mantra que recorre buena parte de las agencias: las islas están prohibitivas "si los alojamientos hoteleros quizá no han subido tanto, los vuelos han subido muchísimo. Mira este presupuesto para Las Palmas de Gran Canaria para dos adultos y dos niños. De los 1.824 euros del total 1.300 son los vuelos. Es muy desproporcionado y a las familias les está costando mucho tomar la decisión".

Detrás del encarecimiento está todo lo que ya sabemos: la inflación, la guerra... en fin, lo mucho que ha subido la vida, pero también hay algo de herencia debido al parón al que obligó la pandemia según el director de esta agencia de viajes: "Un avión en tierra cuesta un millón de euros mensuales como ha recordado algún directivo de aerolíneas y los hoteles necesitan mantenimiento y estamos teniendo problemas en el Caribe".

Los destinos que se ven poco por Instagram son los que que mantienen su precio; por ejemplo Marruecos, pero claro, hay que llegar a Marruecos en barco o en ferry y eso, por supuesto, va aparte.

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Buscando hoteles

Marta Salas tiene una tabla Excel coronando su escritorio. La acompañamos en esa búsqueda del paraíso veraniego: "Si miramos el destino de montaña, al valle de Arán, y las mismas fechas que el año pasado nos cuesta casi un 40% más de lo que pagamos en 2021".

Las vacaciones de la familia de Marta, dos adultos y una niña en régimen de alojamiento y desayuno y hotel de cuatro estrellas suelen terminar en la playa y aquí la desazón es mayor: "En Málaga la diferencia es de más del 50% respecto al año pasado. La provincia de Cádiz, prácticamente igual, casi un 50% más". Y ahora es cuando llega el Excel, las cuentas definitivas: "El año pasado gastamos 4.200 euros y este año estaríamos hablando de 6.200 euros, es decir, un 48% más por los mismos destinos, el mismo régimen y la misma familia". A estas alturas Marta siempre tiene sus vacaciones cerradas. Este año todavía no.

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Baile de cifras

La Confederación de Agencias de Viajes maneja con décimas de diferencia la misma subida en los paquetes turísticos registrada de manera oficial: un 10%. Todo lo que suba de ahí, advierte su presidente Carlos Garrido, sería dramático. Y hay un importante factor que todavía no se ha computado: la demanda y algo que llaman "efecto champán", el descorche después de la pandemia: "Evidentemente si hay un exceso de demanda, -que es lo que previsiblemente va a pasar-, puede producirse mayor incremento en los precios. Lo que pasa es que nosotros creemos que ese efecto champán se va a diluir. De lo contrario sería muchísimo y tendría un efecto fatal".

Las agencias de viajes virtuales -que copan la mayor parte del mercado- reconocen un encarecimiento muy superior a ese 10%, e incluso lo duplican si el destino está más allá de nuestras fronteras. Beatriz Oficialdegui es portavoz de Destinia: "Estamos alrededor de un 14% por encima de lo que estábamos en 2019 si hablamos de España. Si el destino es el extranjero estamos en un 18% por encima. Sí que pensamos que para el mes de septiembre se va a notar mucho la inflación y van a bajar las reservas; pero de momento esto no está haciendo que la gente deje de viajar".

Un detalle más: vivimos rodeados de tantas y mundiales variables que hemos desarrollado una tendencia inédita hasta ahora de reservar a ultimísima hora. Así que lo mismo, buena parte de estas cuentas están todavía por escribir.