Íñigo Martínez y Asensio acuden al rescate de España
Ell extremo centra y el central remata para poner el 2-2 final que permite a La Roja sumar un punto en su visita a La República Checa
Cuesta arriba. Así empezó el partido para España. Minuto 4 y La República Checa ya había puesto el 1-0. Buscaron el contragolpe los checos y lo encontraron avalados por Carvajal, que se había quedado enganchado habilitando a Kuchta. El delantero checo regaló el gol a Pesek, que esperaba en el segundo palo para rematar. Posición justa corroborada por el VAR. La República Checa estaba donde quería, al contrario de España, que salió a Praga con un lavado de cara en el once (ocho cambios) y recibiendo un golpe que la dejó anonada.
Gavi, la luz entre las sombras
Le costó mucho entrar a los de Luis Enrique, espesos y previsibles con balón, sin agitación ni producción ofensiva. La falta de opciones en campo rival trajo cierta desesperación traducida en imprecisión hasta que un chico de 17 años sacó a España del atolladero. Gavi impuso su exquisitez y desfachatez poniendo el 1-1 y convirtiendosé en el goleador más joven de la historia de la Selección.
En el descuento del primer tiempo, en el 47, Rodri cogió un rechace en la media luna y encontró a Gavi, que aún entre tres, controló con derecha para disparar con izquierda con destino el palo largo de Vaclík. "Gavi es un desconocido para el fútbol español" soltaba Luis Enrique después del partido contra Portugal. Lucho tenía razón. El de Los Palacios tiene mucho guardado dentro: controles y disparos que se suman a un entendimiento y una interpretación del juego privilegiadas. Sabe dónde recibir, cómo combinar y de qué forma dañar. Un talento gigantesco cuyo futuro sigue en el aire.
Los palos de la portería de Vaclík y el 'palo' de Eric García
La grisácea versión de la Selección en el primer tiempo fue cogiendo color en el segundo. Con más intensidad apareció más Vaclík, quien detuvo el nervio con el que había salido Ferran Torres. Un juego más reconocible de España no fue incompatible con la proposición checa, que esperaba atrás para percutir al contragolpe. Los errores de los centrales dejaron a Kutcha frente a Unai Simón. Falló el delantero del Lokomotiv de Moscú el primero de los regalos, pero no el segundo. Eric García tenía todas consigo para cortar un envío profundo hacia el punta. El central midió mal, dejando en bandeja otro mano a mano a un Kutcha que mató el partido con una vaselina.
La Roja no dejó de intentarlo. Con Morata, Busquets, Asensio y Marcos Llorente como piernas frescas. Quien más veneno inyectó fue el madridista, que se atrevió a armar su disparo con un zurdazo que escupió la madera. Minutos después, centró hacia Ferran una pelota que terminó con el mismo desenlace: el palo. La insistencia trajo sus frutos. Asensio de nuevo poniéndola desde izquierda para que Íñigo Martínez cabeceara con incertidumbre. Otro palo y dentro. Otro jugador que le da la razón a Luis Enrique. No dejó de producir hasta que en el 89 permitió a España rescatar un empate agridulce visto lo visto. Dos empates después, España marcha tercera en el grupo de la Nations League. Por delante, la propia República Checa y Portugal, con cuatro puntos por los dos de los nuestros. Con dos balas de la competición gastadas, si algo se te viene a la cabeza al ver a España es que hay dudas. Un día es en lo ofensivo y otro en lo defensivo, aunque en Praga tocó un poco de ambas.
Juan Antonio Requena
Estudiante de periodismo. Antes en Diario AS. Ahora aprendiendo en SER Deportes