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John Waters: ''Ahora solo se puede rodar un cunilingus con una vagina de plástico"

El irreverente artista, considerado 'el rey de la basura', presenta en Madrid un nuevo espectáculo dentro del Festival Rizoma

-FOTODELDÍA- MADRID, 07/06/2022.- El cineasta estadounidense John Waters toma la palabra durante la presentación de Festival Rizoma 2022 en la Casa de la Panadería en Madrid, este martes. El Festival Internacional Rizoma de Cine & Cultura Entrelazada se celebra del 5 al 8 de junio. EFE/Emilio Naranjo / Emilio Naranjo (EFE)

-FOTODELDÍA- MADRID, 07/06/2022.- El cineasta estadounidense John Waters toma la palabra durante la presentación de Festival Rizoma 2022 en la Casa de la Panadería en Madrid, este martes. El Festival Internacional Rizoma de Cine & Cultura Entrelazada se celebra del 5 al 8 de junio. EFE/Emilio Naranjo

En Madrid todo se mide ahora por grados de turismo. Hasta el legendario John Waters ha sido presentado así en la rueda de prensa que ha ofrecido horas antes de que actúe con su monólogo Falso negativo dentro de la programación del Festival Rizoma. “Es un placer estar otra vez en Madrid, ciudad que antes de mi primera visita solo conocía a través de las películas de Pedro Almodóvar”. Uno de los grandes exponentes del cine underground, ya no encuentra financiación para sus películas, pero sigue contando historias, en sus libros o en sus monólogos, como el que representará en Madrid. "Hablo de todo: Covid, sexo, humor, moda... de todo menos de deportes, no me gusta, bueno igual hablo de Nike, porque hice un anuncio con ellos", explicaba Waters.

El artista irá de Madrid al Primavera Sound y antes ha dejado programado un ciclo de cine en Filmoteca, con películas que ama y que invita a que veamos. "A la gente hetero también le van a gustar", bromeaba. Dice que viene a Madrid siempre con algún motivo relacionado con este festival y que le sorprende que en España se le conozca. "Un viejo comunista que me dijo que vio Cry Baby cuando era ilegal y que cuando la vio se dio cuenta de que era gay", comentaba a los periodistas.

El autor de Polyester y Hairspray -antes de que se la llevaran a Broadway y Hollywood- ha visto como sus películas, consideradas zafias en su estreno, ahora tienen un 100 por 100 de críticas positivas y cómo gracias a Internet vuelven a verse en lugares donde fueron prohibidas o directamente era imposible encontrarlas. "Con internet hemos ganado mucho, todo está en todas partes y es accesible, pero es cierto que hemos pedido ese tipo de lugares oscuros donde cuatro o cinco personas se reunían para ver películas raras como las mías".

Pink Flamingos fue su gran éxito, protagonizada por Divine, amiga y musa del cineasta, la película ha logrado formar parte del Registro Nacional de Cine de Estados Unidos por su aniversario: “Es divertidísimo que una película que fue acusada de tantas cosas tras su estreno haya conseguido eso. Era un ejercicio de mal gusto y todavía es una rareza. Pensé que con el tiempo iba a ser más amable, pero ahora es peor por la corrección política”, dice. Recuerda que precisamente en la promoción de la película comenzó su pasión por los monólogos.

"Íbamos a las universidades a poner la película en los 60 y 70, yo presentaba a Divine y ella salía y tiraba pescado muerto al público. Luego un falso policía hacía como que nos detenía y ella le ahogaba. Y ya dejábamos que vieran la película. Así empezaron los monólogos, como promoción y ahora me gano con ellos la vida", explicaba. "Todavía a veces lanzo lejía anal", apostillaba provocando las risas de los presentes.

De esa película tiene mil anécdotas. Por ejemplo, de cuando la pusieron en un cine de medianoche y todo fue divertidísimo, pero después llegó el arresto. "Te detienen de madrugada y vas a ver al juez con tu película. Imagina al jurado viendo el ojete que canta", comentaba divertido Waters. La película tuvo cinco cortes de la censura: por una felación, por una inseminación artificial, porque se comía mierda y por un pollo al que mataban. "No mataría un pollo otra vez, pero el tipo que lo hizo lo cocinó y se lo comió después, hicimos la vida de ese pollo mejor".

"Todas las películas significan lo mismo para mí, tienen los mismo valores y el mismo sentido del humor. Pink flamingos fue la que mayor presupuesto tuvo, es cierto. Yo empecé en el underground, luego en el cine independiente, luego en Hollywood y ahora he vuelto al underground de Hollywood. No me quejo de nada. No culpo a nadie. He hecho las películas que he querido, aunque a veces haya tenido que negociar", explicaba John Waters.

Su etapa como director de culto le permitió trabajar con estrellas como Johnny Depp, Melanie Griffith, Christina Ricci o Kathleen Turner. De Depp sigue siendo amigo. Por eso se negaba a comentar nada de ese juicio esperpéntico al que hemos asistido estas semanas, donde se dirimía si había delito de difamación entre él y su ex pareja, la actriz Amber Head. "No quiero comentarlo, es mi amigo. Ojalá salgan y digan hemos vuelto juntos y vamos a demandar a todos los que habéis usado nuestras imágenes estos días", terminaba con una broma.

Ahora contempla la situación del cine y es consciente de que todo ha cambiado tras la pandemia, algo que estará presente en su monólogo. Cree que el cine de arte y ensayo está sufriendo más que nunca. "Hay que llevar a la gente a los cines. Los jóvenes están viendo Top gun o Spiderman, pero no van a volver a ver otro tipo de películas. Ahora es más difícil para el cine independiente. Hollywood esta buscando al nuevo niño que vaya al cine", insistía. "Festivales como este consiguen enganchar al público con el cine".

John Waters tiene a sus espaldas una filmografía que va de lo provocador al disparate. Lo camp, que diría Susan Sontag. De ahí que lo políticamente correcto sea para él como un anticristo. "Ahora en el cine si tienes que rodar una escena de sexo donde haya un cunilingus, necesitas que esa escena la supervise una persona encargada de la intimidad de los actores. Ahora ponen una vagina falsa encima de la vagina real de la actriz. Eso es casi más creepy, más grotesco".

Amigo de Pedro Almodóvar, estuvo en Nueva York en el estreno de Madres paralelas, dice Waters que el cine que le gusta es el cine europeo. "Las películas románticas me dejan en shock, la verdad. Me ha gustado últimamente Red Rocket, pero en realidad odio las películas que suelen gustarle a la gente. Odio las películas que ganan Oscars, me gusta el cine europeo". El trabajo de directores como Bruno Dumont, Gaspar Noé o François Ozon. Y por supuesto Pasolini. En Madrid ya ha estado con Rossy de Palma. Conoció a la actriz rodando un anuncio de Calvin Klein y no descarta ficharla si rodara una nueva película. "Me encantaría una película con Isabelle Huppert y Rossy de Palma juntas como enemigas", fantaseaba el director. Lo cierto es que lleva veinte años sin ponerse tras la cámara para dirigir una película.

Mientras llega ese momento Waters no para. "Siempre hay que tener planes B", nos recomienda. Escritor, cineasta, monologuista, hace de todo, pero siempre con humor. "Lo que hago es reírme de las cosas que amo, no de las que odio, ser malo puede ser divertido 20 minutos, pero no dos horas".

Este 2022 ha publicado su primera novela, lo anteriores eran ensayos. Liarmouth: A Feel-Bad Romance es la historia de una mujer que roba maletas en los aeropuertos y que nos adelanta que muy pronto llegará a España. El autor ya escribió Carsick, donde contó cómo había recorrido su país haciendo autostop a los 66 años y en Consejos de un sabelotodo qué sintió al volver a tomar LSD a los 70 después de 50 sin haberlo probado.

El padre del trash, tal y como lo calificó nada menos que Burroughs, vive en Baltimore, ciudad que últimamente la ficción ha tratado desde el realismo, contando los problemas raciales y la violencia que hay en la ciudad. "Los pobres disparan a los pobres. A mí no me afecta y no tengo la respuesta. No tenemos derecho a tener armas. Hay tiroteos en colegios, no hay razón para que la rente pueda comprar armas. Es una tragedia y no mejora. Es de las cosas mas importantes que ocurren en Estados Unidos y en Baltimore es especialmente grave, tienes que mirar bien tu espalda cuando vas por la ciudad".

Pepa Blanes

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...

 
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