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Jurassic World Dominion: el mundo se va a la mierda

Este jueves llega a los cines la tercera entrega de Jurassic World y la sexta de una franquicia de dinosaurios que empezó hace 30 años. Dominion junta al reparto original del Parque Jurásico de Spielberg con el de la nueva trilogía. Un final con un mensaje de convivencia en un mundo pospandémico

Universal

Han pasado casi 30 años desde que el Doctor Hammond, interpretado por Richard Attemborough, nos dijera aquello de "bienvenidos a Jurassic Park". 30 años desde que el parque de dinosaurios abrió sus puertas en los cines y hasta la llegada a las salas, este jueves, de la sexta y última entrega: 'Jurassic World Dominion'. ¿Qué supuso el estreno de aquella primera película? ¿Cómo han sobrevivido los dinosaurios y los espectadores a una saga de seis cintas, dividida en dos trilogías? Te lo vamos a tratar de explicar.

Jurassic Park: todo lo que aprendimos de los dinosaurios

La magia del director Steven Spielberg, del escritor Michael Crichton y del compositor John Williams se unió en 1993 para crear 'Parque Jurásico'. Williams se llevó el Óscar de aquel año por 'La lista de Schindler', también de Spielberg, pero aquí dejó una banda sonora reconocible durante toda la franquicia y que sigue erizando los pelos de todos esos niños que en 1993 tuvimos la suerte de descubrir, en el cine, el fascinante mundo de los dinosaurios de verdad. Porque aquello eran dinosaurios de verdad. Spielberg y unos innovadores efectos especiales les habían dado vida. Aquel septiembre del 93 olvidamos 'En busca del valle encantado' y le dimos la mano al Doctor Alan Grant (Sam Neill) y a la Doctora Ellie Sattler (Laura Dern) para entrar en Jurassic Park.

Mamoudou Athie e Isabella Sermon, los nuevos protagonistas de Jurassic World, la segunda trilogía, recuerdan esta escena como la más icónica de aquella película. A todos en la sala se nos quedó la misma cara que a Sam Neill y a Laura Dern cuando ven por primera vez al braquiosaurio. Se nos aceleraba la respiración, como a Alan Grant, compartíamos su pasión viendo y escuchando a aquel gigante ponerse a dos patas. Se llevó dos Óscar al mejor sonido y mezcla de sonido. Incluso los más mayores conectaron con ese niño ilusionado que era también el viejo Doctor Hammond. "Bienvenidos a Jurassic Park".

Si después de ver 'Tiburón' nunca volvimos a bañarnos en el mar con la misma tranquilidad, aquellos efectos especiales y animatronics gigantes, ganadores de un tercer Óscar, nos dejaron con la boca abierta. Spielberg creaba una atmósfera única. Bastó un vaso de agua y una cabra atada a una cadena para generar una expectación y tensión máxima. Cuando se estrenó Jurassic Park, sabíamos poco o nada de los dinosaurios, todavía no había Internet, así que gracias al cine lo descubrimos todo por primera vez. Fuimos testigos del nacimiento de un velocirraptor. Metimos el brazo en aquellas deposiciones gigantes de triceratops. No había que moverse si te encontrabas con un Tyrannosaurus, porque no pueden verte, si te estás quieto.

"La vida se abre camino" es una frase que ha acompañado a la historia de estas películas. Tanta vida se abría camino delante de nosotros, que muchos quisimos estudiar paleontología. Se dispararon las matriculaciones en esta carrera aquel año. Eran los 90, íbamos a cambiar de siglo en pocos años, todo era posible, tanto que tuvo que salir la ciencia a rebatir la teoría de Jurassic Park, esa que todos nos creímos o quisimos creer: que era posible darle vida a un dinosaurio gracias a la sangre que les habían chupado los mosquitos, mosquitos ocultos bajo tierra, conservados en un fósil de ámbar. Todos queríamos un dinosaurio y el márketing hizo el resto, hasta en las galletas.

Fue tal el éxito, que cuatro años después llegó la segunda parte, 'El mundo perdido', y regresamos a la isla con el matemático Ian Malcolm (Jeff Goldblum), su hija y su novia, la zoóloga Sarah Harding, interpretada por Julianne Moore. La fórmula era la misma: una pareja joven, un niño y una isla llena de peligros. Dirigida también por Spielberg, en esta secuela seguimos descubriendo nuevos dinosaurios. No contentos con uno, dos tiranosaurios y su cría le complican la existencia a la pareja y a la hija de Malcolm.

Otros cuatro años después, Spielberg produce la tercera entrega, pero la dirige Joe Johnston, que recupera a Sam Neill y a Laura Dern. Unos ricos caprichosos se meten donde no les llaman y el doctor Grant se ve envuelto en su rescate. En esta tercera entrega, el director de Capitán América le imprime más acción y menos sensibilidad. Todo empieza a ser más grande, más bestia. Hay escenas memorables, como la de los pteranodones, esos dinosaurios voladores gigantes, en la pajarera; y nuevos dinosaurios, como el Spinosaurio, mucho más grande que el T-Rex, aunque sigue siendo el rey. Pero Jurassic Park III fue un fracaso de crítica y de taquilla, así que el parque decide cerrar sus puertas ante el cansancio del espectador y unos dinosaurios que empezaban a hablar entre ellos, no sabemos si de aburrimiento también.

Jurassic World: blockbusters para nostálgicos

En 2015 Colin Trevorrow recupera la historia para iniciar una nueva trilogía: Jurassic World. Abre sus puertas un nuevo parque y una nueva especie acuática, el Mossasaurus, nos deja de nuevo con la boca abierta. La criatura nos acompañará ya para siempre en lo que queda de saga, es como el T-Rex del siglo XXI. El salto tecnológico es notable, han pasado casi 15 años de la última y más de 20 de la primera. Jeff Goldblum, el que ha sobrevivido a más parques jurásicos en estos 30 años, dice que es lo que más ha cambiado. "Nuestros papeles siguen siendo parecidos, seguimos siendo los mismos, al menos Ian, pero la tecnología es un salto casi a la altura de la introducción del sonido en el cine. Los dinosaurios de la primera no son tan sofisticados como los de ahora, con las imágenes creadas por ordenador", afirma el actor, que interpreta a uno de los personajes favoritos entre los fans.

Dice Trevorrow que esta trilogía se diferencia de la anterior en que se concibió como trilogía desde el principio y eso complicaba la estructura narrativa. "En las tres primeras películas, los sucesos son independientes, hechos diferentes. Aquí no, aquí cada película tiene un principio, desarrollo y final, pero forma parte de un todo mayor, de una historia más grande y eso fue complicado", nos ha explicado en una entrevista.

La nueva pareja de esta trilogía la forman la gerente del parque, Claire Dearing (Bryce Dallas Howard), y Owen Gradi (Chris Pratt), entrenador de velocirraptores. 'Jurassic World' se dirige a un nuevo público, la narrativa ha cambiado en estos 14 años, hay Internet y redes sociales, la tecnología ha seguido evolucionando, las películas catastrofistas y de criaturas han proliferado y todo eso tiene su impronta en este primer blockbuster. Pero Jurassic World le debe todo a sus predecesoras y trata de recuperar o mantener a los fans de siempre. La película está plagada de guiños a la primera. "A Steven Spielberg y a mí nos separan los mismos años que a mí y a mi padre" -advierte Trevorrow. "Siento admiración profunda por él, pero soy de otra generación. Así que he tenido que encontrar el equilibrio entre respetar lo que creó, su estilo, su habilidad, pero sin copiarlo, hacer algo diferente, para bien o para mal".

Jurassic World fue un éxito y nos dejó imágenes icónicas como Dallas Howard corriendo en tacones. Y un nuevo dinosaurio: el Indominus Rex. En 2018 se puso al frente de la segunda parte Juan Antonio Bayona: 'Jurassic World: El reino caído'. Bayona nos mostró la destrucción de la isla Nublar tras la erupción de un volcán y dejó esa imagen que tanto conecta con la primera película: el braquiosauro, a dos patas, abandonado por los humanos mientras lo devoran las llamas. Y descubrimos a Maisy Lockwood (Isabella Sermon), un paso más de una genética descontrolada y con oscuros intereses comerciales.

Más efectos especiales, más bestia todo. Dinosaurios creados en laboratorios, la ciencia clonando humanos... la distopía se oscurecía, el encanto, el alma de Jurassic Park quedaba diluida. Pero no pareció importar, El Reino Caído fue otro taquillazo que recaudó 1.300 millones en todo el mundo, costó 170. Colin Trevorrow nunca se separó del proyecto, "aprendí mucho de J. Bayona, estuve con él todo el tiempo escribiendo, produciendo".

Jurassic World Dominion: el blockbuster que Greta Thunberg aprobaría

Cuatro años después y con muchas complicaciones por la pandemia (fue una de las primeras grandes producciones en verse paralizadas por los brotes de covid) llega la tercera parte: 'Jurassic World Dominion', de nuevo con Trevorrow al frente. Y con los dos repartos reunidos, el cast legendario (Laura Dern, Sam Neill y Jeff Goldblum) y el actual (Bryce Dallas Howard y Chris Pratt). "Hemos tenido la oportunidad de desarrollar unos personajes a lo largo de tres películas -dice Trevorrow de sus actores- y haber rodado dos películas con Bryce y Chris, construir y desarrollar su historia, es lo mejor de esta película. Porque cuando están juntos en escena, los personajes legendarios no copan el protagonismo, a los fans pueden gustarle tanto o más estos nuevos personajes, los conocen bien".

El actor Sam Neill, en el papel del Dr. Alan Grant, y la actriz Laura Dern, como la Dra. Ellie Sattler en una escena de la película Jurassic World Dominion.

El actor Sam Neill, en el papel del Dr. Alan Grant, y la actriz Laura Dern, como la Dra. Ellie Sattler en una escena de la película Jurassic World Dominion. / Universal Pictures and Amblin Entertaiment

El reencuentro entre la doctora Sattler y el doctor Grant es, quizás, lo más esperado para los que han seguido de cerca sus aventuras durante 30 años. Está lleno de guiños y de humor, sus líneas son las más divertidas. Se suman a la historia Mamoudou Athie (Archivo 81) y Dewanda Wise, en un casting con una fuerte presencia de mujeres, en número y en protagonismo. Las chicas asumen el control en Dominion. "Por fin, es un reflejo del mundo y de la audiencia también. La anterior, El Reino Caído, fueron a verla tantos hombres como mujeres", se alegra Bryce Dallas Howard. "No es un empoderamiento, no es que asumamos el control, es igualdad. Así tendría que haber sido siempre, pero ha costado", afirma en declaraciones a la SER.

En Jurassic World Dominion el mundo se está yendo a la mierda, y no precisamente, o no solo porque los dinosaurios conviven con los humanos, que luchan por dominar el planeta. Hay carreras memorables por la ciudad, en moto, perseguidos por velocirraptores. Ya nos cuesta sorprendernos, después de tantas películas, pero esta cinta es la que a más dinosaurios ha dado vida. Los límites de la ciencia, de la genética, siguen siendo el objeto de debate. A la clonación de dinosaurios, de humanos, al tráfico de armas y de especies y las modificaciones genéticas se une ahora una trama ecológica. La película critica la cantidad de químicos que se usan para fertilizar las cosechas, la desaparición de las semillas, el control de éstas y de la tierra de cultivo, apuesta por la agricultura regenerativa y advierte del riesgo de modificar genéticamente los alimentos y las especies. "Está inspirada en un debate científico que se produjo hace cuatro años" -nos cuenta el director- "le pedí a los genetistas que imaginaran un escenario de desastre ecológico".

Colin Trevorrow es consciente de las preocupaciones de las jóvenes generaciones, como el cambio climático y las huelgas y marchas que ha provocado. "Creo que cada año que pasa, tenemos un poco menos de fe en lo que nos cuentan las autoridades mundiales. Estamos viendo las consecuencias de las decisiones que han hecho en los últimos 30, 40, 50 años. Nos están afectando con resultados desastrosos. No son los años 70, cuando dudábamos de nuestros gobernantes, hoy ponemos en duda a todos: empresas, políticos, familiares. Es un sentimiento que tienen los jóvenes hoy sobre nuestra civilización: que se tambalea por las decisiones de generaciones previas que ahora tenemos que solucionar. Estas son películas de aventuras, pero espero que se vea también el mensaje contra las corporaciones omnipotentes de la primera película, el tráfico de animales en la segunda y esta va sobre coexistir o nos extinguiremos como los dinosaurios. No son películas con un mensaje político, pero son ideas que calan".

Es, quizás, el mejor legado que nos deja esta saga. Un mensaje de respeto hacia la naturaleza, de convivencia, no de violencia y dominación. Es el mensaje que repetía Ian Malcolm en la primera película y es el que sigue proclamando en esta última contra los negacionistas e inconscientes. Porque en Jurassic World Dominion hay nostalgia, hay emoción, hay muchos guiños a la saga, pero todo pasa muy rápido, como en los tiempos que corren. No es un blockbuster solo para nostálgicos. Si Jurassic Park miraba al pasado, a la paleontología y nos descubría esos seres que un día pisaron nuestra tierra, Jurassic World nos advierte del futuro, de las consecuencias de nuestras decisiones. Es una distopía y las distopías tienen menos carga de emoción que la melancolía.

 
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