Santiago Niño, sobre una multitudinaria reducción de jornada en España: "Holanda tuvo que importar profesores desde Alemania"

Madrid

Tras la pandemia, en Estados Unidos, ha aflorado la denominada como “Gran dimisión”. Alrededor de cuatro millones de trabajadores han abandonado sus puestos de empleo. ¿El motivo? Desde vivir de los ahorros generados durante la crisis sanitaria hasta, simplemente, un agotamiento debido a las dificultades para la conciliación laboral. En España se aprecia otro fenómeno menos generalizado, donde “los empleados están dispuestos a reducir sus salarios y horas de trabajo”, señala nuestro economista de confianza Santiago Niño Becerra.

“Esto va más allá de la Economía, se debe estudiar desde el plano sociológico”. Para el autor de 'Futuro, ¿qué futuro?', la implementación de este modelo es un “hachazo para el Producto Interior Bruto”, ya que los empleados tienen menos poder de consumo y ahorro. Aunque, reconoce, que su práctica sería viable en aquellas empresas que aumentan su productividad, como ya explicó la semana pasada con el caso de la tecnológica jienense Delsol, que no ha reducido los salarios.

Este fenómeno, que de generalizarse “puede ser peligroso para la economía” tiene su base en el estrés de los trabajadores: “La deducción que podemos sacar es que el salario les llega, se conforman con cobrar menos”, matiza Niño. Pero el potencial de esta medida es dispar según qué sector. “En el caso de un hotel, el coste laboral, es decir, salario más Seguridad Social, es posible que no le saliera a cuenta”, remata Niño.

Para ilustrar esta diferencia entre actividades económicas, el economista señala el caso de Holanda. “Tuvieron que importar profesores desde Alemania porque no les daba, es una situación compleja”, haciendo alusión a las numerosas peticiones para modificar las condiciones contractuales como la jornada completa.

Presentimiento “supermalo” de Elon Musk

Preguntado por el correo electrónico filtrado a Reuters, por el que el dueño de Tesla, Elon Musk, se planteaba el despido del 10% de sus 90 mil empleados, Niño alega que el magnate “dice las cosas como las dice, pero esta realidad es mala”. Aunque lo justifique a partir de “un presentimiento supermalo sobre la economía”, para el economista, ese argumento “sarcástico” de Musk es un medio para llegar adonde quiere: “reducir costes, mano de obra”.

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Ese presentimiento va en línea de las últimas previsiones del Banco Mundial, que ha rebajado el crecimiento para 2022 desde un 4.1% hasta el 2.9%. Y es que el riesgo de estanflación es considerable y comparable al de los años 70. “Cada vez tenemos más palos en las ruedas que nos impiden avanzar”, se lamenta Niño.

Capacidad mediática de los magnates

Sobre los augurios económicos de grandes empresarios frente a las instituciones, Niño declara que “esa capacidad mediática” es algo preocupante. “Estoy seguro de que hay ciudadanos de a pie que no saben quién es la ministra de Economía y sí Amancio Ortega, Elon Musk o Cristiano Ronaldo”. Esto origina que, como el dueño de Tesla, el mensaje consiga los objetivos, como justificar despidos.