Razón de España, sinrazón de Albares
Albares no se entera. Carece de información fiable. Ayuna en sensibilidad. Declara con imprudencia que no hay problema. Practica el secretismo. Y se conduce con altivez pública
Razón de España, sinrazón de Albares
Barcelona
España-Argelia. En la cuestión de fondo de ahora, España tiene razón. La congelación unilateral por Argel de los intercambios comerciales bilaterales con nuestro país viola a buen seguro el tratado comercial firmado entre el país magrebí y la Unión Europea en 2.005. Además, a Madrid le asiste una razón moral, política e histórica. Fue gracias a la tenaz labor de los españoles que todos los norteafricanos pudieron firmar un importante acuerdo multilateral, el que creó el espacio euro-mediterráneo en 1995, bajo cuyo amparo se fueron firmando nuevos acuerdos, país por país, favorables a los magrebíes y otros. Por todo ello, los 27 deben secundar el empeño español de que se cumplan los pactos y se vuelva a la calma y a la cooperación.
Pero eso no esconde la torpeza del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, al manejar este asunto, con tanta opacidad como desplegó en el lío precedente, con Marruecos. Dicho en claro. Albares no se entera. Carece de información fiable. Ayuna en sensibilidad. Declara con imprudencia que no hay problema. Practica el secretismo. Y se conduce con altivez pública. Con la misma frialdad con la que ha purgado a todos los altos cargos del ministerio. Es triste tener que reconocer la evidencia. Crea más problemas de los que resuelve. Que los resuelva ya, pero ya, o que se vaya.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...